Y por eso, perdóname, Señor, porque es tan bella,
que tú que hiciste el agua y la flor y la estrella,
tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
¡tú también la amarías, si pudieras ser hombre!
José Angel Buesa
Tú también la amarías,
¿cómo no amarla?
Perdón señor, perdón:
fue un pecado quererla
aún siendo de otro hombre
y haberla tenido sin tenerla
por una noche de pasión.
¿Cómo pude amar así?
Como si el pecho no bastara
para contener el amor
y se tuviera que abrir
como se abre una flor.
Aunque fuera clandestino
así lo quisimos los dos
y ahora resta cenizas
de lo que el fuego consumió.
Aquí y ahora de rodillas
le reitero mi perdón,
aunque no alcance la vida
para olvidar lo que sucedió.
Si nos volvemos a cruzar
no me sigas por favor
o no habrá perdón divino
que tolere otra traición.
Felicio Flores
- Autor: Felicio Flores (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de octubre de 2023 a las 00:29
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema no fue más que una inspiración tras haber leído "Poema de la culpa" de José Angel Buesa. No se pretende juzgar a nadie. Muchas gracias por leer.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Starlight
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