Ayer marzo y las paredes mutantes
del piso apretaban más de lo normal.
Estaba anocheciendo. Como un zombie
salí a la calle con dirección al fondo
a la derecha de ningún sitio.
A mi paso
las gárgolas entrenaban sus artrosis de memoria
y religiosa urbanidad. Acabé tirando
piedras al río que abraza la ciudad.
Lanzaba piedras afiladas y mudas
como rayos o lágrimas perforantes.
Algunas por aquellos que ya no están
pero siguen estando.
Otras por todos mis errores insubsanables,
por la luz que pelea
en inferioridad militar contra el tiempo.
También por la puta dinámica de este mundo
o de alguna manera para salpicar a algún dios,
y otras solo porque sí.
En la otra orilla alguien lanzaba piedras al mismo río,
(vi piedras más grandes, ásperas
y mudas que las mías)
Nos miramos aproximadamente un minuto
parecido a media vida.
Crucé el puente.
Le dije que a veces escribo poemas raros
aptos para microondas.
Ella me contestó que conocía un bar
de los de antes,
(en el aire sonaban los 091)
Y juro que anoche las estrellas incursionaron
por unas horas
en el lado suroeste de la M-30.
En verdad era un bar de los de antes.
- Autor: Luis 091 ( Offline)
- Publicado: 25 de octubre de 2023 a las 17:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: JAGC, Tommy Duque, jvnavarro, Martha patricia B, Mauro Enrique Lopez Z., migreriana, Lucía Gómez
Comentarios2
Por cierto, en estos días,
he estado leyendo los textos
y poemas de Fabian Casas
y Manuel Vilas
puff!!, muy muy duros ambos!,
Estoy enganchadísimo,
bastantes ingeniosos los dos,
Aún no tengo libros completos o físicos de ellos,
pero desde luego, los tendré,
ando viendo las opciones
que tengo
A Wisława Szymborska, sí que la conocía, pero tenía tiempo
que no me venía a la memoria,
así que he vuelto a reconectar
con ella 👌 ✔
Me alegro que te gusten. Manuel Vilas sacó hace no mucho una antología llamada "Una sola vida", y sí, su poesía es realista, lírica e irónica a la vez, es un "híbrido" muy original entre poesía y prosa.
Uno de sus mejores poemas es "Nadadores nocturnos", lo encontrarás fácilmente en internet.
He estado leyendo casi todo lo que he pillado de él,
"Nadadores nocturnos" es un poema tremendo,
me quedé de piedra leyéndolo
Entre los que he encontrado en Internet,
"IBERIA" y "EL INMADURO"
son los que más me han gustado
De Fabian Casas, "Sin llaves y a oscuras",
"Después de largo viaje" y "Final" ...
.
De Fabián Casas a mí me encanta "Puro heavy metal", y de Vilas hay muchos buenos.
Muy muy fuerte ese poema de Ángelo Néstore -
Por cierto, cuando entro a tu perfil y doy click en "sitio web"
no me envía a ningún lado
Parece que hay un error, quizás con la dirección o el mismo portal este
No sé, pero si te refieres a blogs o redes sociales, no uso.
ah! No conocía ese grupo,
el 091
.
Hace un par de día, me preguntaba
por qué tenías ese número
en tu nick,
por un momento pensé
que era alguna fecha específica,
o algo al azar,
pero a juzgar por tu contenido,
sospeché que el punto
tenía una razón más substancial,
y efectivamente, acertado
-----------
Y refiriéndome más en concreto
al texto,
cuando el personaje principal
cruza el puente,
por un momento pensé
que iba a encontrarse consigo mismo,
o sea, que la persona del otro lado
del río,
era él mismo, pero en otra versión,
como de algún mundo paralelo
o algo así
.
Sí, es un grupo de rock de Granada de los 80 que me gustan mucho; se pusieron ese nombre porque 091 era el antiguo teléfono de la policía española.
Y sí, muy interesante ese otro posible guion para el poema 😉
Este poema es de una serie de poemas urbanos que escribí hace tiempo, soy un enamorado de mi ciudad, Madrid, jeje.
Gracias, amigo. Un abrazo.
Mira qué bueno este poema:
DE CUANDO ME EQUIVOQUÉ DE BAR - Ángelo Néstore
Yo soy de esa clase de amigos
que siempre pide otra ronda en los bares.
No tengo hijos,
soy el hijo único de una dinastía de bastardos
que se llena el estómago y se autodestruye.
Mis amigos, sin embargo, son padres,
de esos que buscan una excusa para volver tarde a casa,
siempre me invitan a otra,
nunca quieren que me vaya.
Ellos me miran y cien veces
me cuentan cien veces lo difícil que es
la suerte que yo.
Ellos no ven las hormigas que trepan por mi pierna,
no las ven.
Beben tiempo con su boca de padres,
tragan tiempo con su saliva de padres
y yo me vuelvo cada vez más pequeño
y sus hijos cada vez más grandes.
Y con cuarenta, con cincuenta,
volveré al mismo bar de la esquina
y entonces los que hoy son niños se preguntarán por qué
tantas hormigas en mi boca,
por qué el amigo de sus padres se sigue creyendo joven.
Con cincuenta, con sesenta,
quién me llevará a casa,
quién guardará mis huesos bajo las sábanas.
Con sesenta, quizás, con setenta
quién contestará a mis preguntas,
quién me dirá lo difícil que es,
la suerte que yo
cuando un día me confunda y pida otra ronda
frente a la sola luz de mi nevera.
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