Payasada

Original Oriflama Infinita


AVISO DE AUSENCIA DE Original Oriflama Infinita
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.

 

Una ciudad en la Luna,

con sus lustrosas grutas

y guaridas blancas oscuras

entre la niebla y las plumas

y las gotas de yuvia pura

cayendo sobre cenizas

 

Una alta torre en la selva,

un viento que se yeva

el tiempo de eterna espera,

la lasitud de la luz ebria,

tendida en la húmeda hierba

como un amor que se desliza

 

Un Eufrates pletórico y risueño

que va persiguiendo su sueño,

manteniendo su líquido cuerpo

en solo un movimiento, directo

y resuelto a convertirse en cielo,

en una esencia distinta y mestiza

 

La espada metafísica de Arturo

hincada en el nervioso culo

de un pétreo trol de rostro incrédulo

separado de su tronco robusto,

efecto del mandoble perfecto

que el noble rey siempre bien realiza

 

En la contienda final combate Arjuna

y responde a la voz de su guía divino

cortando la muerte como un espíritu

o un chamán de porte altivo, y abjura

de todo pesado materialismo anodino

para acabar colgado de la Luna,

ausente gracias a su mente esquiza

 

David Icke debate con un murciélago

defendiendo los cables que soportan

el peso de ese objeto ovalado y argénteo,

pero el pequeño vampiro cae en la sopa

cuando el gobierno aprueba la farlopa

porque lo que metía Maradona no era tiza

 

Pues parece la rueda de la vida

una tómbola de feria, mas sin guita

para pagar la suerte al trapecista

esta se torna una pesadiya altruísta

al no poder encontrar la casiya

ni la puerta de salida hacia la caye maciza

 

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