Estaba en la sombra gracias a la gran roca,
Con el porrillo en la boca saboreaba el salitre y las alocadas olas qué solas expertos surfiaban.
Redactaba todo lo que imaginación ilustraba, improvisaba, el sol quemaba enrrojeciendo epidermis desnaturalizada.
Miradas quebrantadas no querían darme cuartadas pero si puñaladas.
La izquierda quería mí derecha yo con ambidiestra hice maestra natura
y ella locura por cuál madre jura,
reza, sacudeme la tieza realeza,
porque sumiso ni a santa tereza...
Esa creativa geometría sensorio cría,
mala mía sí a lado tuyo hay amistades porquería.
Qué sigan su vía, lo mío es sendero cruzar estero, sin eros para hacer guerreros, aguerridos choneros, qué con machete meterán fiero a cualquier fulero.
Capitalista mis huevos que tiene agrupados mis hijos, alías dinero.
Nombrado así por banquero
que vive rascandosé el huevo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.