Hombre de arena, de pies y manos granulados,
Su ser, una silueta esculpida por el viento.
Deja rastros en su andar, huellas en el tiempo,
Por caminos y plazas, pastos y pavimentos.
Su existencia se evidencia en cada grano disperso,
Y mientras más camina, más deja su esencia.
Pero con cada paso, su figura se desvanece,
Se vuelve más pequeño, en la inmensidad se pierde.
Su paso es fugaz, sus huellas no son profundas,
El viento del sur barre el pasto, su rastro se diluye.
El viento del norte arrastra la arena al mar,
Los vientos de oriente y occidente la elevan en remolinos.
De calles y plazas, la arena es llevada lejos,
Hacia un lugar donde la memoria no alcanza.
En el asfalto duro y frío, la arena danza,
Barrida por el viento, una danza sin esperanza.
El hombre de arena, efímero e inconstante,
Deja su marca, antes de que el viento lo desvanezca.
- Autor: oscar zalavarria ( Offline)
- Publicado: 2 de noviembre de 2023 a las 13:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: Lale Neda
Comentarios1
Aclaro que si podemos dejar huellas perdurables y que nuestro paso por este mundo si puede y debe ser significativo. El hombre de arena, es un personaje que equivoco su enfoque en la vida. Esta en cada quien encontrar o darle sentido a la existencia
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