En las sombras del ocaso he perdido el rumbo,
navegando en las aguas del naufragio eterno.
Un amor que se mece entre olas tormentosas,
abrazando mi alma con su dolor fraterno.
El faro solitario, testigo de mi desdicha,
me guía hacia los acantilados de la desolación.
Las olas chocan impetuosas contra mi barco,
y el viento aúlla su lamento de traición.
En cada navegar, la ilusión se desvanece,
como arena fugaz entre mis dedos vacíos.
Y mi corazón, fatigado y maltrecho,
renuncia a la esperanza, a los sueños perdidos.
En el lejano horizonte, un eco de promesas,
resuena en las noches de luna sin velas.
Pero la distancia se extiende como un abismo,
y el amor se pierde en las brumas de las estrellas.
¡Oh, naufragio del amor eterno, eterno desatino!
Persisto en mi viaje sin puerto ni destino,
buscando en los mares enmarañados del olvido,
el bálsamo que sane mi corazón herido.
Las olas azotan mi alma con su furia implacable,
pero mi amor resiste, aflora con valentía.
Es la llama que arde en lo más profundo,
la luz que ilumina la noche sombría.
Y así, continúo navegando en la incertidumbre,
en busca de un amor que me devuelva la calma.
Aunque el naufragio persista en su cruel abrazo,
mi alma se aferra a la esperanza, a la dulzura del alma.
- Autor: Máx (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2023 a las 09:24
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.