Empieza el mundo en mí,
cuando despiertas.
A tu lado,
testigo soy de la primera cólera de los océanos,
y de la mansedumbre en el candil, de la luz primera.
Todo lo creas tú, como todo tú.
Caprichosamente.
En un instante tardío, desde tus ojos.
Sentada en la cama,
estiras tus brazos, despejando tu adormecido cuerpo de cielo.
Mientras un aletargado bostezo se despide de tu alma.
Vistes tus senos como la naturaleza a las flores,
aprisionando lo salvaje.
Dejas incauta tu desnudez por las ropas,
y ocultas las lindes de tu piel blanda.
Cuando te despabilas vislumbro tu belleza distraída,
y siento por dentro las lides entre el caos y el orden.
Y de un modo contradictorio, quiero decirte
y no decirte.
Esconderlo, enseñarte.
Guardarme para mí el secreto,
que para ti no es secreto:
¡Qué te amo inmensamente!
- Autor: Nicolás Alejandro Gabriel ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2023 a las 10:47
- Comentario del autor sobre el poema: Una pequeña descripción de cómo a veces nos sentimos los que tenemos el placer de ver despertar a las personas que amamos.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Melissa 94, alicia perez hernandez
Comentarios2
Qué belleza!
Sentada en la cama, estiras tus brazos despejando tu cuerpo de cielo. Un aletargado bostezo se despide de tu alma.
......
Preciosamente preciosos versos
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