Me Quedo Aquí XV
Cuando el corazón ha sido asesinado,
y sin esperar por el intercambio,
o cambiar viceversamente al corazón,
no hay más que sucumbir en el trance,
sino en la perfección innata,
no hay ojos cercenados,
no hay cuerpo herido,
no hay cabeza volada,
que el destino fugaz,
que el camino audaz,
que el estrecho zaguán,
y que el deseo de envenenar,
el alma con la luz que llega, viene y va,
me quedo aquí,
pues, no hay lugar más inhóspito,
cuando en la alborada,
no calma una sola exasperación,
de deleite ni de un silencio atroz,
cuando llega el viento y crece como la hoja de un otoño,
cuando el corazón es asesinado,
desde más de casi 20 años,
no queda el degollamiento,
el desangramiento y querer asesinar a la propia cabeza,
y destrozar la mente con balazos,
pero, queda aún más la mente muerta,
la sangre deliberando una vida,
que desea vivir, pues, morir ya no desea más,
es el cuerpo, la vida y la ilusión,
y por demás se pierde en desgana,
el comienzo de una era sin precedente,
desde la menarquía derramando sangre,
sangre de mi sangre dijo la María, madre de Jesús,
que no dudo en ser lo que soy,
una exterminadora de cucarachas,
cuando si no muero hago lo que ellas hacen,
morir patas arriba desconectando la vida de la vida,
no me queda más que decir la verdad,
cuando las cucarachas son todo,
y al asesino y violador,
¿qué puedo decir?,
si yo a éste culo lo quiero mucho, pero, no lo puedo besar yo,
será otro que quede con la satisfacción,
con lo precario, lo abominable,
con la penuria y con la carencia,
de un culo sin olor,
sin flores y sin sentido,
de un placer que quedó atrás,
me quedo aquí,
pues, en el desierto barre el levante,
pero, en la ciudad barre el viento,
¿y no es lo mismo?,
¿soy Dios o soy un diablo?,
no sé, pero, creo que son la misma cosa,
cuando en el tiempo caduca con el fin,
y el fin es la omega,
y el comienzo es el alfa,
¿existe Dios?;
a mi madre la castigó fuertemente,
y con lo que más quería,
y a mí también,
me ha castigado,
¿qué puedo decir?,
de un ser omnipotente y sabio,
como la dureza de la vida y de la muerte,
¿qué les espera, amigos violadores y asesinos?,
sangre y más sangre,
saca la sangre,
derriba el futuro,
y no ganes,
que ganar hoy día es poder morir,
porque aquél que nace muere,
pero, aquél hecho tiene que suicidarse,
y aquel que no va a morir naturalmente,
tiene por obligación que suicidarse,
me quedo aquí,
y no te lo digo más,
si lo que como no es alimento,
es mercurio y alcalino,
me quedo aquí,
pues, es mi rumbo,
mi tiempo y mi fuerte destino,
no hay más verdad que la impoluta verdad,
matas y te matan,
matan y te matan,
no hay asesino que el que no regresa a la escena,
quédense ahí,
no hay mayor penuria,
carencia y abominación,
que ser aberrante ante la vida,
y ante la muerte y ante Dios,
no sea mal agüero,
no desees el mal,
que no hay bien que por mal no venga,
vive bien,
y no hagas lo que no te gusta,
que no somos idólatras sino mezquinos,
que no somos destino ni camino,
que soy como el aluminio,
como el zinc,
como el poder de ser perra y tener perro,
y ser gata y caer de pie y no de patas,
que ser del color carne,
si la piel es el órgano mayor,
y no hay pesadumbre que la sombra desierta,
que te mira alrededor y te persigue detrás,
¿o acaso puedes caminar sin sombra?,
quedarás como el destino y el camino,
sin perseguir sueños, anhelos,
y sin huella que dejes,
serás tú como un nadie o un ente sin más ni más,
¿o acaso no serás como un buen ente?,
que se alimenta de la oración,
y sin tener hambre ni sed,
sino hambre y sed de justicia y de libertad,
como un hombre con la cara llena de sudor y sangre,
sobre una cruz dijo ¨Tengo sed¨,
¿o acaso la quinta palabra del Jesucristo,
fue sed de sed o sed de justicia?,
me quedo aquí,
pues, es el tiempo o el fin,
¿o no es lo mismo que el tiempo es comienzo y fin?,
no hay mayor cosa que un futuro desertor,
cuando no ocurre ni al derecho ni al revés,
lo que acontece, ni ha de pasar,
me quedo aquí,
pues, es la sangre que arde,
que traspasa,
que trasgrede,
y que transmuta,
ni una hemorroisa,
o una anemia,
o una hematofobia,
queda adherida a la vida,
cuando la sangre como una transfusión,
te impide renacer,
cuando no es tu propia sangre,
y no clonas el ADN,
¿cómo es posible que no mueras?,
si en el destino es como la fuerza en clonarte,
no me interesas ente inhumano e inmundo,
cuando de tí no me asombras en nada,
y quedo como el desierto,
frío en soledad,
y sin nadie más que mi propia alma,
¿qué crees?,
si soy un Dios o un diablo,
no me importas como en tu mundo una sola salida,
porque cuando me busques,
sabrás ¿qué fui?, como el pan de Dios,
como la oración que vive dentro de tí,
me quedo aquí,
con o sin tí,
y más es sin tí que contigo,
porque tú no me das nada sino que me quitas y me robas la vida,
y me quedo aquí,
pues, este mundo es el mío y de nadie más,
el de un Dios en que creo inquebrantablemente,
y éstas palabras no son de ahora sino historia…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de noviembre de 2023 a las 00:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
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