En silencio y a puerta cerrada, la organización criminal de Naciones Unidas y sus sucursales del terrorismo y el crimen organizado de las batas blancas OMS; en complicidad con el gobierno de turno que te eligen; y obvio, en complicidad con tu silencio y acatamiento, en silencio digo: se está transformando en un gobierno privado; mundial y acrítico con poder absoluto sobre todos nosotros.
Sobre tus hijos y sobre los hijos de tus hijos.
Y así ha de ser, hasta que Pfizer, por algún error en sus experimentos genéticos, haga mutar al actual mono sapiens en otro mono cualquiera pero con 🥚🥚 y con 🧠 .
¡ Señor ! te pediría que me arrancaras del libro de la vida, o al menos, algunas páginas de mi vida, pero, ya me dijeron que tu biblioteca fue incendiada y reducida a cenizas por una horda de misántropos y otra de subnormales al servicio de los anteriores.
Ya ni modo.
Allá vamos.
¡¡ Que la suerte y la fuerza nos acompañen !!
Mi mamá era tan dominante y petatera que mi papá se largó al poco tiempo de conocerla.
Justo 10 meses antes que yo naciera.
Y jamás volvió.
Y así crecí; apegado y mimado escuchando las palabras más dulces de la misma boca que destrozó la paciencia y las buenas intenciones de mi padre.
Paso el tiempo y me hice adulto.
Me casé con una mujer que vivió siempre con sus padres.
En su hogar era todo distinto. Allá el hombre sí era el Hombre y, a veces, se excedía en su rol.
Quizá por eso, cuando formamos nuestro hogar, mi esposa tenía muy claro quien debía tomar las decisiones.
Claro que ella no iba a dejar que un hombre gobernara en su hogar. Y abusara del poder.
No iba a ser como su madre.
Yo, en cambio, supongo que debía ser como mi madre
pero en sentido contrario.
Debía ser manso y humilde, para que la esposa no huyera del hogar y me quedara más solo esta vez.
No era el momento de definir roles; estabamos formando un nuevo hogar y no podía cometer los errores de mi madre.
Entonces decidimos, de mutuo acuerdo, que en nuestro hogar
mandaría mi esposa, o sea,
mi marido
mi padre.
Y yo, en absoluto silencio, bajaría la cabeza y consentiría a los tres.
Y así hemos sido muy felices por los siglos de los siglos.
¡¡¡ O yes !!!
- Autor: SirFrido D\' Antuna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de noviembre de 2023 a las 02:36
- Comentario del autor sobre el poema: Un testimonio de castración voluntaria.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza
Comentarios1
¿Y al fin supistes quién era tu padre?
Si, por supuesto.
Me visitó una vez para conversar y disculparse pero mi esposa lo hecho.
Ella decide quien entra y quien no entra en la jaula familiar.
Y ya nunca supe más de él.
jajajajaajaja..Las mujeres somos terribles y ni siquiera perdonamos al padre..Saludos.. Gracias por tu buen humor.
🫡 👌
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