Ahora comienzan los dolores,
ya venían desde antes,
solo que lo escondía,
ahora ya es evidentes,
ya lo siento,
ya lo sienten,
por eso estoy cargado de dolor,
viene de adentro
de entre los huesos.
En lo profundo en la Inmensidad corpórea,
es como si no quisiera sentirlo,
como algo qué me escarba dentro,
el alma
se resiente,
pero ahí estoy,
sintiéndolo
cantando con mi voz su presecia adolorida,
a veces en las montañas,
las sabanas,
los ríos,
los que una vez con toda mi alma
atravesé, subí, caminé.
Aquí estoy,
largo y tendido,
descansando este dolor,
no es que me atormente,
el es mío,
pero me incomoda,
me perturba,
intenta hacer lo suyo, es su naturaleza,
trata de que yo no lo piense,
pero si estás ahí, cómo no sentirte,
cómo no tratar de zafarme,
cómo no tratar de huir de esas punzadas
que tú, mi dolor,
como un juego me invitas seguidamente a participar
con un quejido silencioso.
Me persigues,
me sigues a todas partes,
no quieres quedarte atrás,
Es como si fueras parte de mí y en verdad lo eres,
si no, no te sintiera en lo más profundo de mi ser.
Dolor, cuanto lo siento, en esta despedida.
Es triste, pero cada vez te alejas,
dejando tras de si,
solo recuerdos, de una impronta,
que una mañana calurosa,
amaneció para aferrarse a la vida del sufrimiento.
- Autor: RENJOSLO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2023 a las 19:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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