En mis manos vacías se han quedado
las caricias que anide sobre su piel
y en mi boca su último beso dado
del que nunca recibí su gusto a miel.
En mi corazón el dolor amarrado
para morir lento de una manera cruel
y en mi alma el sentimiento no dado
que muere abrazado a su amor tan fiel.
Y avanzar en el tiempo moribundo
a cuestas con la soledad de mi mundo
que nunca me ha dejado de abrazar.
Y al paso de los días continuar muriendo
deshojando con llanto aquel recuerdo
del tiempo aquel cuando te podía amar.
- Autor: Jorge L Amarillo ( Offline)
- Publicado: 22 de noviembre de 2023 a las 10:04
- Categoría: Triste
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Lale Neda, Texi
Comentarios1
Enterrar, los perfidos recuerdos no es dado.
Si vivimo con un amor tan degraciado,
al desatar las amarras se va esa ave a volar.
Mijito, eso sí, la jaula hay que limpiar ,
pa´la otra que viene a amar.
gracias !
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