Felicidades, amiga

Está llegando el treinta de noviembre, 
tu día, y ya me empiezo yo a inquietar
sin un poema escrito, como siempre
te escribo, por mejor felicitar. 

Pidiendo estoy a mis queridas musas
que acudan presurosas en mi ayuda,
pero ellas me presentan mil excusas;
de si me ayudarán, tengo la duda. 

Sin ellas, echo en falta el necesario 
talento para bien felicitarte
y hacer aún más feliz tu aniversario, 
como es bien merecido por tu parte.

Recuerdo que te vi por vez primera,
aunque eras flor nacida en el otoño, 
un día, ya de noche, en primavera,
radiante de esplendor, como un tesoro

difícil de encontrar, tan estilosa, 
de angélica presencia y risa bella,
flipante era también tu voz hermosa. 
Fue germen de amistad la noche aquella.

Faltar no puedo, entonces, a la cita
que atento me recuerda el calendario,
te tengo que tirar de la orejita 
y darte un beso por tu aniversario,

Si tienen algún mérito estos versos 
se debe a ti, que eres mi musa fiel
y siempre me asististe en todos esos
momentos de mi inepcia a flor de piel. 
 
Por tanto, muchas gracias, musa amiga, 
que tengas un dichoso cumpleaños
deseo para ti y también que sigas
pudiendo celebrarlos muchos años. 

© Xabier Abando, 30/11/2023