Vicente Pazos Kanki - frases

poemas bolivianos

“El ambicioso de honores o de mando, en un estado libre, ha de ser esclavo de la opinión pública”. 

 

“las artes y la ciencia contribuyen siempre a la prosperidad de los pueblos”.

 

“Nada merece tanta atención de los padres como ocuparse de la educación de sus hijos”.

 

Vicente Pazos Kanki

  • Autor: poemas bolivianos (Offline Offline)
  • Publicado: 2 de diciembre de 2023 a las 00:19
  • Comentario del autor sobre el poema: Vicente Pazos Kanki Nació en Santa María de Ananea, Larecaja, La Paz, el 3 de octubre de 1779. Sus padres fueron Buenaventura Pazos y Cecilia Palacios. A los 30 años, dejó el Alto Perú para radicar en Buenos Aires, donde lo envolvieron los acontecimientos de la revolución del 25 de mayo de 1810. Tomó como base de sus principios éticos, morales y filosóficos lo que aprendió desde su niñez de la trilogía del “ama sua, ama llulla y ama kjella” y también del hecho de que bajo el Gobierno de los Incas se convivía respetando las leyes que eran iguales para todos, vale decir que todos eran iguales ante la ley, no había leyes especiales para nadie y tanto gobernantes como gobernados cumplían con lo que mandaban las mismas leyes. Todos estos principios están bien reflejados en su pensamiento y escritos. El 5 de octubre de 1810 acepta el nombramiento de “editor” de la gaceta; en noviembre, en un artículo bajo el título de “Política”, define la libertad política y el vivir en libertad como algo que demandaba del ciudadano “mucha responsabilidad”, puesto que en la libertad política, según Pazos, están las leyes que “proporcionan la tranquilidad pública y la protección de la propiedad privada”. Por otro lado, afirmaba que “no hay delirio igual al de confundir la libertad con desorden” y que “en ningún tiempo gozan de menos libertad los hombres que cuando no conocen freno alguno”, mediante leyes que todos deben cumplir. La tiranía, según Pazos, surge inevitablemente del desorden en que vive un pueblo, porque “los débiles atemorizados, se apresuran a postrarse delante del atrevido que sujeta a la multitud”, donde se equipara a los débiles con la ignorancia que es aprovechada por los dirigentes políticos que manejan a las masas para sus afanes personales. Pazos reflexiona y nos dice que, bajo estas circunstancias, “los débiles serían los peones de los fuertes, de no existir leyes”. Según Pazos, “el ambicioso de honores o de mando, en un estado libre, ha de ser esclavo de la opinión pública”. Es por esta razón que muchos gobernantes, faltos de ideales pero no de ideas, pretenden acallar la voz de la opinión pública. También piensa que “es muy raro que un hombre totalmente inepto y despreciable consiga por mucho tiempo extraviarla a favor suyo”, algo que pretenden conseguir los malos gobernantes por la fuerza. El ideal de Pazos, no la idea, era organizar una sociedad donde la ciudadanía “era tan educada como bien informada” En un artículo sobre “Educación e Instrucción”, afirma que “las artes y la ciencia contribuyen siempre a la prosperidad de los pueblos”, por lo tanto, para lograr este fin, la población para ser bien informada debe estar bien instruida o educada. “Nada —opina Pazos— merecía tanta atención de los padres como ocuparse de la educación de sus hijos”. Con referencia a la felicidad de los pueblos, Pazos, en su artículo “De la Igualdad”, dice que “la naturaleza había ordenado diferentes clases en la sociedad y que los esfuerzos para hacer que todos los hombres sean iguales estaban destinados al fracaso”; “las leyes justas, aunque no pueden igualar a los ciudadanos en las cosas materiales, pueden igualarlos en el derecho a adquirirlas y mantenerlas”. Solamente mediante el cumplimiento de las leyes la sociedad puede convivir en paz y lograr la felicidad. Otro tema tratado por Pazos es el que se refiere a la libertad de prensa y de expresión. El 26 de octubre de 1811, mediante decreto de la Junta de Gobierno de Buenos Aires, se ordenaba elegir a los nueve miembros de la Junta Protectora de la Libertad de Imprenta, cuyo propósito era el de conceder a la ciudadanía “la libertad de escribir y opinar sin restricciones”. Al respecto, Pazos decía que “todo ciudadano tiene derecho a saber de la conducta de los funcionarios públicos, y la república saca utilidad y ventajas de este escrutinio; éste es el objeto principal de la libertad de imprenta”, consideraba que “frente al despotismo, la libertad de prensa era el único freno para la arbitrariedad de quienes gobiernan”. Así mismo, creía que un pueblo era infeliz cuando los enemigos de la libertad “fascinaban a los débiles con su boato de palabras orgullosas para impedir el curso libre de la pluma”.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 11
  • Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, jvnavarro, Mauro Enrique Lopez Z.
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