Me gusta que no me entiendan
y que tampoco me entiendan.
Camino con la luna en mi cabeza
y al lado, como moscas, las estrellas.
Cuando recorro las aceras
me gusta que no me entiendan.
No traten de buscar, no pregunten,
pueden no recibir respuesta.
Puedo reír de pena
o puedo ponerme a bailar,
tirar por el mar los problemas,
puedo llorar por llorar.
Y si digo que las piedras
pueden venir del cielo,
no me hagan caso, ya es primavera y,
a veces, solo digo lo que pienso.
Y como lo que quiero es
que nadie me entienda,
esto no basta, no hay versos,
mi alma no cabe en este poema.
Y si el mar me insinúa que
quedan muy saladas las cerezas,
las pondré al sol, se harán morenas,
para que nadie me entienda.
- Autor: Mireia Polo Cardona (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de diciembre de 2023 a las 13:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Francisco Villa, Antonio Martín, Tommy Duque
Comentarios2
Y como lo que quiero es
que nadie me entienda,
esto no basta, no hay versos,
mi alma no cabe en este poema.
Y si el mar me insinúa que
quedan muy saladas las cerezas,
las pondré al sol, se harán morenas,
para que nadie me entienda.
Me encantan las dos estrofas del final. Un abrazo desde Málaga
¡Opino igual! Son las que más me gustan. Gracias por leerme.
Pues te tengo una mala noticia:
Yo te entiendo.
No es mala noticia. Si te has sentido reflejado, me alegro. Gracias por leerme!
A Ud por compartir .
👌
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