Los criminales sembradores
del kakistócrata narcodictador
Nicolás Maduro,
no siembran flores,
ni árboles frutales,
ni plantas medicinales.
No, los muy cobardes,
con los rostros cubiertos
con antifaces de muerte,
siembran terror
para cosechar miedo.
Siembran sombras
para embrutecer al pueblo.
Siembran mentiras
para cosechar verdades.
Siembran hambre
para cosechar dependencia y sumisión.
Siembran drogas y armas de guerra
para cosechar culpables de todos los delitos
entre la disidencia política.
Siembran escasez
para cosechar miseria y muerte.
Siembran tormentas
para cosechar tempestades colectivas
que dominan con metralletas, fusiles, bombas letales y tanquetas.
Siembran desinformación, cerrando periódicos,
radios y televisoras y portales digitales
para cosechar apagones colectivos de información
-
Autor:
rodulfogonzalez (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 3 de diciembre de 2023 a las 08:09
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 13
Comentarios1
¿De dónde procede la formidable eficacia de los cárteles del crimen organizado? La respuesta es compleja: esos cárteles combinan tres formas de organización que, hasta hoy, se excluían mutuamente.
Un cártel criminal es, en primer lugar, una organización económica, financiera, de tipo capitalista, estructurada de acuerdo con los mismos parámetros de maximización del beneficio, de control vertical y de productividad que cualquier otra sociedad multinacional industrial, comercial o bancada legal.
Al mismo tiempo, el cártel es una jerarquía militar.
La violencia está en la base de cualquier asociación criminal. Una violencia a menudo extremada, enteramente sometida a la voluntad de acumulación monetaria, de dominio territorial y de conquista de los mercados.
Entre la racionalidad de la acumulación capitalista y el orden militar existía, hasta hoy, una contradicción: sea cual sea su sector de actividad (industrial, comercial, bancario u otro), una sociedad multinacional que tiene éxito prospera por la iniciativa personal, el libre juego, dentro de estructuras flexibles de la voluntad acumuladora de cada uno de sus miembros.
Una estructura militar, en cambio, funciona de modo autoritario. La jerarquía militar se define por la relación mando/obediencia. Obedecer ciegamente, hasta la muerte, las órdenes de sus jefes es el primer deber del soldado.
El tercer modo de organización al que recurre el cártel criminal es el parentesco ciánico, la estructura étnica. Ese tercer modo, la formación social etnocéntrica, es en principio exclusivo de las otras dos sociabilidades mencionadas, la jerarquía militar y la formación capitalista.
Ahora bien, también aquí el cártel criminal supera la contradicción, crea la simbiosis.
Cada uno de esos tres modos de organización —capitalista, militar y étnica— posee su propia y temible eficacia.
Insisto en este punto: en la vida ordinaria, las tres formaciones se excluyen mutuamente, se oponen entre sí o, al menos, viven existencias autónomas, paralelas, cerradas las unas a las otras. Al combinarlas, el cártel criminal consigue acumular la eficacia propia de cada una de ellas. De ahí su fuerza victoriosa y la inmunidad que opone, por lo general, a cualquier intento de penetración policíaca.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.