Colgado en la pared de la ladera
un cementerio blanco se deja ver
en la monótona lejanía.
Retirado y silente enseña
algunos nichos donde reposan
nombres que la memoria solícita recuerda
en inscripciones de piedra.
Su soledad barrida por el viento
acompaña la soledad de quienes
se sintieron ser y fueron causa.
La tarde escancia un rayo último de sol
sobre sus blanquecinas tapias
como quien interpreta agotado
un solo de trompeta.
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Autor:
Francisco M. Ortega (
Offline)
- Publicado: 5 de diciembre de 2023 a las 11:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Interesante pasar a leer y apreciar de su lectura.
saludos poeta
Siempre bien recibida por estas letras y agradecido por el regalo de tu tiempo Alicia. Saludos.
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