Yo podría mover la vida con mis manos,
moldearla cuál jarrón de barro,
un destino sólo encadenado a mis pensamientos.
Allí es donde vive mi vida atrapada,
buscando escaparse rasgando las paredes,
hechas de marfil y columnas de mármol,
esperando llegar a la meta en un Sprint final.
Perdida, esperando que alguien la ayude,
en un viento de desesperación y súplicas,
en un planeta que va a la deriva
como un barco sin su capitán .
No temas mi luna y mis luceros
porque nunca eternamente brilla la oscuridad,
donde en este lugar algún día amanecerá el sol.
Su calor traerá felicidad a este valle solitario,
derritiendo todo el hielo de mis montañas
haciendo un río que lavará mi dolor.
El cobalto del amanecer se convertirá en azul claro,
donde las nubes bailaran alegres con el viento,
y estaré yo tumbado mirando
como se ilumina el cielo.
- Autor: JavierRamos01 ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2023 a las 16:30
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, José Valverde Yuste
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