No dudo de mis ojos crudos, los dientes táctiles con retintineo, las manos verde selva.
Me dicen que mi cuerpo está alzándose.
¿A dónde, contra qué?
Y suelto mis amuletos, mis cadenas de oro.
La arena me entierra, pero mis manos escarban.
Me hallo más liviano, desprovisto.
Los hechizos estallan, se hacen al polvo.
Un haz de luz tenue y vespertino se cuela a nuestras espaldas.
Es hora de la partida con suspense.
Hay que dejar estos cuartos, estos lares, estas vistas sin suerte.
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Autor:
Moliner Vallés (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 12 de diciembre de 2023 a las 07:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, José Valverde Yuste
Offline)
Comentarios1
Precioso poema Moliner Vallés
Muchas gracias, un abrazo!
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