Quiero levantar las manos al cielo,
gritar hasta el fondo de mis pulmones,
pero sé que nadie me oirá,
porque mis palabras vuelan con el viento.
No quiero seguir siendo aplastado por mis actos,
todos mis errores me juzgan cuando pienso,
¿por qué en mi camino solitario no hay nadie?,
mientras bajo la ladera escarpada que he construido.
Las piedras me cortan la vida como cuchillos,
que yo puse en el suelo de este sendero,
cual a lo largo de este bosque me juzgan,
tanto como yo mismo al caminar sobre ellas.
No quiero que vuelva a anochecer aquí,
que mi tormento salga otra vez de caza,
a por mi voluntad y lo poco que queda,
de este valle sombrío que llamo hogar.
¿De verdad fui yo quien hizo esto a mi vida?,
ya no hay atajo de vuelta ni auténtica verdad,
ahora soy el gobernante de mi reino,
en todas estas tierras que aquí observo.
Su triste río que baja con lamentos al lago,
del viento que sopla entre juncos y montañas,
todo esto me pertenece, pero no lo quiero,
yo ya no quiero ser más, el rey de la soledad.
- Autor: JavierRamos01 ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2023 a las 04:11
- Categoría: Triste
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: José Valverde Yuste, alicia perez hernandez, María C.
Comentarios2
Interesante pasar a leer y apreciar la lectura de tu decir y sentir poético.
Todos cometemos errores, y a veces nos sentimos reyes de la soledad, pero hay soledades buenas y otras muy malas., de esas nos tenemos que apartar.
SALUDOS
Muy cierto, muchas gracias.
Saludos
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