28 de diciembre de 2023

Recordé que te fuiste

Y un inmenso vacío inundó mi alma.

Es que, al irte, te llevaste un pedazo de mí contigo,

Parte de mí también murió aquella tarde de octubre.

Podría reprocharle al destino, culpar al universo por llevarte de nuestro lado, gritarle al Papá que te devuelva a mis brazos,

Pero nada de eso te traerá de vuelta.

Es por eso que te escribo hoy, tratando de sacarme este pesar del pecho, que me consume lentamente.

Y es que me parece tan injusto que te hayas ido, mi reina.

Usted, tan llena de luz, tan gentil y amorosa, tan feliz.

Usted se me fue, y no hubo último abrazo,

Ni último beso, ni última despedida.

Y este es un hecho que me parte el alma y llena mis noches de tristeza.

Si me concedieran un deseo, pediria tenerte conmigo un ratito nada mas,  

Para contarte lo mucho que te amo, lo importante que eres para mí, y darte un fuerte abrazo, mientras escucho el dulce tono de tu voz. 

¡Espero reencontrarte en algún lugar de este inmenso universo, mi angelito! 

Mientras tanto me quedo aqui, recordándote, pues si de algo tengo la certeza es que usted nunca será olvidada, usted siempre vivirá en el corazón de todo aquel que tuvo la dicha de conocerla. 

¡Te amaré por siempre!