Allà, en Acapulco

Busco los senderos, emprendo el camino,
sin querer hallarte por un desatino,
di mil vueltas justo cuando vi tu ritmo,
me dejè llevar como en una oleada,
me perdì en tus ojos y tu lo deseabas,
cayeron los velos en mi madrugada,
cerca de la orilla, toda la espesura,
parecìa magia o locura mutua,
Sin interrogantes, sin coloquio alguno,
nos pensamos brujos del vaivèn nocturno.
Pezcamos estrellas, la luna lo quizo,
nos dejò su noche, allà ,en Acapulco.

Mi boca jamás se apartó de la tuya,
mientras te espero, te lleno de besos,
sabía que encontarías la forma entre tu pinar del sur y el mar.
He recorrido en la playa,
allá, en Acapulco, rasgando la arena
para contruir contigo el juego de niños.
A veces te distraes en el silencio,
y yo solo quiero encontrarte.
Allá En Acapulco, tu elijes
Allí te estoy buscando.

Allà en dònde la mùsica es la ventisca
que envuelve mi cuerpo y tu puedes llevar,
los primeros acordes en mi boca, bèsame
y entonces arrancaràs una sonrisa repentina,
mi piel sabe de desatinos que devuelven,
la sal a las olas y yo en el vaivèn serè ocèano,
agua espumosa torrente de travesuras,serè para ti
Acá en Acapulco el rocìo que cae justo al anochecer.

Sueño con ese beso que muerda tu boca
con esa sonrisa abierta de labios mojados,
como si llamaras por mi nombre
deseosa y despierta.
Mi corazón acelerado
ya siente tu aroma a piel mojada de espuma
mezclada de rocío, de libación y sal,
jugar a que se estremezca con mis dedos
librando mi esencia de hormonas
y tanta pasión que siento por vos.
Allá en Acapulco, en la calidez del mar,
se que la noche nos pillará amándonos.

Allá,en Acapulco
Entre verdes juncos y el rumor sereno de amores aún tiernos.
Nos tocó la dicha de reconocerlo
Dejamos grabados mil besos de fuego.
Ahora en la distancia vuelve tu recuerdo. Para tí la rosa de mis pensamientos. Siempre son apenas unos instantes que serán eternos

Serás la magia de mis deseos
ver tu cuerpo cubierto de arena
envuelta en la ventisca
y que también cubren mis brazos,
con esa música que tu corazón me toca,
forjando nuestros pechos y los besos
que en sal hirvieron
jugando nuestras lenguas
el dulce juego de amor en la playa,
allá en Acapulco,
y aquí en nuestro idioma..