En un barco sin rumbo, sin capitán y sin escotillas una tropa de desesperados agoniza su noche blanca. Burbujas de marmol sacuden la proa. Los vientos son tantos y tan tontos pero golpean sus rostros inocentes y azules. La luna lagrimea su nectar de acuarela tenue y lechosa. La muerte subió al mastil y gritó Bastaaa! A un oceáno inquieto y anaranjado que es destripado por un ancla sediento de puertos. Las algas abrazan su cuerda
- Autor: Leo Albanell (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de enero de 2024 a las 19:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Javier Julián Enríquez
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