Me siento como un río moribundo
plagado de cañizo y barrizales,
despoblado de peces y de ranas,
de niños disfrutando en mis bancales.
Mis antaño cantarinas aguas
son apenas un humedal infecto
en que agoniza algún sapo tardío,
en donde medran víboras e insectos
Ya no cantan ni hierven mis cascadas,
mi cauce ya no huele a hierbabuena
sino al hedor sutil del desconsuelo,
al pegajoso efluvio de las penas.
Ruego a ese dios que dormita entre las nubes
que nos regale la lluvia de la vida
que nos abra las puertas de los cielos,
las compuertas que impiden las crecidas.
Quiero ver adornados mis ribazos
de juncales, de hierbabuena y cañas
que mis aguas discurran cantarinas
perfumadas de menta y albahaca.
Quiero seguir sonriendo a mi destino,
a ese mar que me acoja en sus arenas,
¡dame un beso de lluvia agradecida
dame un soplo de brisa enamorada!
dame fuerzas para seguir mi curso
sin tener que pudrirme en una balsa;
en una charca hedionda y olvidada
rodeado de sapos y de ratas,
solo tú puedes limpiar mi cauce
sin tu amor nunca alcanzaré la playa.
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2024 a las 16:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
dame fuerzas para seguir mi curso
sin tener que pudrirme en una balsa;
en una charca hedionda y olvidada
rodeado de sapos y de ratas,
solo tú puedes limpiar mi cauce
sin tu amor nunca alcanzaré la playa.
...
Un placer NAVEGAR en tu playa de bellos versos y llegar a la orilla en tu balsa de sueños, amores y bellos versos.
saludos poeta
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.