Oh musa, mi dulce inspiración,
Eres la musa de mi corazón,
Tu belleza iluminada en cada rima,
Despierta en mí la pasión que anima.
Tus ojos son dos luceros en la noche,
Que guían mis versos con su derroche,
Tu sonrisa es el sol que ilumina mi alma,
Inspirándome con una dulzura que calma.
Tu voz, melodía de amor y poesía,
Provoca en mí la más profunda armonía,
Cada palabra tuya es un verso perfecto,
Que en mi mente y corazón causan efecto.
Tus pasos, como danza celestial,
Me inspiran a escribir de forma celestial,
Cada movimiento, cada gesto tuyo,
Es un poema que en mi mente construyo.
Eres mi musa, mi amada creadora,
Que en cada verso encuentro la gloria,
Gracias a ti mi pluma no se cansa,
Pues eres la inspiración que nunca se agota.
Oh musa, perpetua fuente de inspiración,
En tus brazos encuentro mi salvación,
En cada verso te encuentro a ti,
En cada poema te hago vivir.
Eres mi musa, mi eterna compañera,
En cada poema eres la primera,
Mi fuente de amor y de inspiración,
A ti dedico este poema con devoción.
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