Ella No lo sabe.
No sabe que me gusta y siempre está ahí. Es más sublime que el aire, más ligero que la brisa; tiene la mirada tan dulce, los ojitos más encantadores.
Cuando viene vestida de rojo, muestra todo su fulgor, su elegancia y presencia, que armonizan la vida.
Y aunque no se lo he dicho, es la mujer más preciosa del mundo. No sé de qué planeta viene, de pronto apareció en mi camino con la llave de mi corazón y con un cajón lleno de mis sueños.
Nelson Aburto Alemán.
NE_LA°
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