14 octubre 2004
Le amo en una palabra sin significado,
en la exigüidad de mis labios al pronunciarla cuando me abrazo a la imaginación donde vive su voz ya expirada. Deshilacho mi memoria en hebras y con ellas tapizo a mis recuerdos heridos, mientras canto su historia a la vida en un eco que hace vacío a mi corazón. Quizá de él solo me queda una canción en la solfa de mis días bordados, con el telar de mis insomnios donde sobreviven aún los claveles de su sepulcro. Hace seis años partió en la madrugada de mis ojos, desde entonces mis sueños callaron y mi sonrisa se volvió cera derretida, porque aún en la oscuridad…
me pregunto por mi papá.
Clavel rojo
Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados
- Autor: Clavel Rojo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2010 a las 01:35
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 212
- Usuarios favoritos de este poema: ivan semilla, benchy43, Fransua de la Troya, acrobata, Ánhel
Comentarios7
DURISIMO!!!!!
HILVANADO PERFECTO PARA MOSTRAR LA AUSENCIA.
TE FELICITO.
APENADO ESTOY.
TE MANDO UN BESO.
Mi silencioso respeto. El poema es notable, como todo lo que escribes.
Besos.
Ruben.
la desaparición física nos deja ese inmenso vacío que hace que uno resista la idea y siempre espere que aparezca por aquella puerta pero la realidad nos sacude y nos deja esa pregunta ¿qué habrá sido...?, me identifico plenamente con tus letras. escribir siempre consuela, un beso para tí.
que manera hermosa de plasmar en versos la ausencia y añoranza, el amor, la compañía de tu amado padre, bordando bellamente versos que reafirman la calidad poética a que siempre nos tienes acostumbrado, es gratificante saber que rindes homenaje con una de tus artes a tu ausente padre en lo físico, porque con este poema queda clara su presencia que permanentemente te acompaña y no sólo la melodía que recuerdas, creo que hay mucho mas anidado en tu memoria que siempre te acompañara hasta el día que lo abraces en otro plano de vida
Sentí de pronto como un vientecillo frío en mi espalda,
como si su voz viniera a mí entre una caricia helada y un deseo de
perecer... De pronto sentí que aquellas palabras suyas estuvieran
desatando los pasadores de una realidad sádica e indescifrable...
Me detengo en su poema, juego a morirme hoy (porque siento que es preferible así); soñando con otro mundo donde existe una tranquilidad desconocida e incitada. De pronto eso es lo que odiamos, no poder ver unos ojos despiertos y querer despertarlos en sueños, solo sueños, eso es todo...
Abrazos.
Mis respetos, conozco ése dolor y considero tu pena.
Un beso
Lena
Muy conmovedor tu póema, mis respetos...
Ánhel
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