Canción a Akriti

Naranja en el otoño,
café en el invierno.
No te alejes, Akriti,
que yo te espero.

Que yo te espero, niña,
que yo te anhelo.
Y se llenan los ríos
con lo que lloro.

Cuando respiro,
hasta el aire me duele
si no te siento.

Ay, qué sufrimiento,
que me duela hasta el aire
si no te tengo.

Jazmín en la noche,
luna en el cielo.
Quién pudiera decirte
cuanto te quiero.

Tanto te quiero, niña,
tanto te adoro,
que en cuanto el mar sea mío
te lo regalo.

Cuando respiro,
hasta el aire me duele
si no te siento.

Ay, qué sufrimiento,
que me duela hasta el aire
si no te tengo.

Cedro en el bosque,
lirio en el prado.
Negritos son los ojos
que a mí me queman.

Que a mí me queman, niña,
que a mí me matan,
y la flor de mi almendro
la desbaratan.

Cuando respiro,
hasta el aire me duele
si no te siento.

Ay, qué sufrimiento,
que me duela hasta el aire
si no te tengo.

Arroz en la marisma,
pita en la arena.
Mi corazón amante
muerto de pena.

Muerto de pena, niña,
muerto de duelo,
deshojando la rosa
del desconsuelo.

Cuando respiro,
hasta el aire me duele
si no te siento.

Ay, qué sufrimiento,
que me duela hasta el aire
si no te tengo.

Mango en la primavera,
té en la tarde.
No te olvides, Akriti,
de lo que arde.

De lo que arde, niña,
de lo que vive.
Y se encienden las velas
de lo que escribo.

Cuando te nombro,
hasta el silencio me habla
si no te escucho.

Ay, qué lamento,
que me duela hasta el silencio
si no te siento.

Curry en la cocina,
sari en la calle.
Quién pudiera abrazarte
como te abraza el valle.

Como te abraza el valle, niña,
como te envuelve.
Y se mecen las palmas
de lo que siente.

Cuando te sueño,
hasta el sueño me engaña
si no te tengo.

Ay, qué tormento,
que me duela hasta el sueño
si no te siento.