Estuviste presente

Claudio Azofeifa

Cada una de las etapas de mi vida 

tienen un recuerdo suyo

y eso en verdad no es nada extraordinario

usted lo sabé tan objetivamente

como yo.

Sin embargo hay algo que aclararle

cuando digo todas las etapas,

no me refiero a esto de ahora

a esto de buscarla 

y aleluya encontrarla

y mejor dejar todo como estaba

y volver a saber de usted 

y que bien poder verla

y ojalá nada más...

No me refiero sólo a que de pronto 

digas "hola"

y yo con un discreto nudo en la garganta

bueno "hola"

y que un lindo aguacero invisible 

nos empape.

Ni me refiero sólo a que día tras día

pueda aumentar el inventario 

de nuestras pequeñas

y decisivas complicidades,

o que yo pueda o creerme que puedo

convertir mis errores en victorias

o solo me hagas el dulce regalo

de su más reciente emoción; ¡no!

El asunto es muchísimo más grave,

cuando digo todas las etapas

quiero decir que además 

de ese ameno cruce de miradas

también estas reescribiendo 

mi infancia,

esa edad en que uno dice cosas adultas 

y solemnes

y los solemnes adultos las celebran

y usted en cambio sabé que eso no sirve.

Quiero decir que estás rearmando 

mi adolescencia,

ese tiempo en que fui un viejo 

cargado de recelos

y usted sabé en cambio 

extraer de ese páramo 

mi germen de alegría.

Quiero decirle que hoy estás 

abrazando mi madurez

esta mezcla de curiosidad y experiencia

este extraño confín de angustia y nieve

esta candela que iluminó la muerte

este precipicio de la etérea vida.

Como ves es más grave,

muchísimo más grave.

Porque con éstas 

o con otras palabras

quiero decirle que no eres 

tan sólo la hermosa mujer que eres,

sino también las espléndidas

o cautelosas mujeres

que quise o quiero

porque gracias a usted descubrí

(dirás "ya era hora y con razón")

que la vida es una bahía linda y generosa

que se ilumina y se oscurece

según vengan las mareas,

una bahía donde los barcos

llegan con tesoros y augurios

y se van con sueños y nubarrones,

una bahía linda y generosa

donde los barcos llegan

y se van... 

Pero usted 

por favor,

no se vaya.

 

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