La Cuesta De Enero
Tras el brillo de Diciembre
Su alegría y su esplendor
Llega Enero con su clamor
Con los arrepentimientos
Y lo que antes fue contento
Hoy es pendiente de rigor.
Los bolsillos, fatigados
Pues gastamos a lo bruto
Y cosechamos los frutos
Con los números superados
Con el presupesto diezmado
Por un descontrolado exabrupto.
El rojo es ahora cifra
No el color de la pasión
Es en post-fiesta condición
Del derroche es la muestra
Es la prueba que demuestra
Que gozamos un monton!
Las promesas y los planes
En el nuevo año en flor
De ropa nueva el olor
Y recibos en la cartera
Si ignorarlos uno pudiera
Es que producen horror!
Pero en este mes austero
De reflexión y de razón
De objetivos, de visión
De valorar la experiencia
De retomar la conciencia
Para reprogramar la misión.
Ajústemos los cinturones
Mirémos con precaución
Con inquebrantable ilusión
Aunque la cuesta se empine
La tormenta se avecine
Y nos cueste la ascensión.
Llegará la primavera
Con su renuevo y solución
La vida siguirá su son
Porque después de la fiesta
Lamentablemente cuesta
Apretarse el cinturón.
Que no son las grandes fechas
Las que marcan la canción
De nuestro fiel corazón
Así, la cuesta de Enero
Y también la de Febrero
No son más que transición.
Afrontémosla con coraje
Con prudencia y con tesón
Pues cada Enero es reflexión
Que se ajusta a lo posible
Si con fuerza invencible
Aplicamos la lección.
Y los planes del nuevo año
Con su nueva condición
Sin perder la ambición
Al fin se harán realidad
Nos darán la claridad
Que viene del corazón.
La cuesta de Enero enseña
Entre líneas, la lección
De analizar con la razón
Que trás el gasto y la fiesta
De manera certera y honesta
Se impone la moderación
ElidethAbreu
- Autor: Ellie (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de enero de 2024 a las 00:51
- Comentario del autor sobre el poema: La cuesta de enero es una metáfora que refleja el periodo que sigue a las festividades de diciembre, caracterizado por un ajuste financiero debido al exceso de gastos durante las celebraciones navideñas y de fin de año. Durante diciembre, muchas personas participan en tradiciones que involucran dar regalos, preparar cenas especiales y, posiblemente, decorar sus hogares, lo que conlleva un incremento en los gastos habituales. Entonces, cuando llega enero, con el inicio de un nuevo año, las personas a menudo enfrentan la realidad de sus finanzas. Es un tiempo para apretarse el cinturón, revisar presupuestos y, para muchos, es el momento de empezar a pagar las deudas acumuladas. A esto se le añade la llegada de nuevos gastos como impuestos, matrículas escolares y otros compromisos financieros habituales de principios de año. La cuesta de enero no solo es un desafío financiero, sino también emocional y psicológico. La euforia de las fiestas da paso a un periodo más calmado y reflexivo, que puede venir acompañado de un bajón anímico para algunas personas.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, jvnavarro, Martha patricia B
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