El tiempo es como un río que correntoso
que a su paso a todo lo va arrastrando,
quedando detrás de uno aquellos sucesos
que nunca, nunca van a ser olvidados.
Yo sé que habrá un día que estaré solo
y solo al ayer deberé valiente enfrentarlo,
más dudaré de la fragilidad de mi cuerpo
y dudaré de pronto de un nuevo milagro.
Ya no me sentiré seguro de ningún modo
sentiré temblorosas y vacías a mis manos,
me tentarán como entonces adictivos silencios
y la memoria me traerá solo a mis fracasos.
He de desnudarme de nuevo ante mi entorno
ya no deberé elegir entre lo negro y lo blanco,
solo deberé cerrar mis ojos ante el viento
y oír a mi corazón al que nunca antes habia escuchado...
- Autor: Jorge L Amarillo ( Offline)
- Publicado: 16 de enero de 2024 a las 10:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Texi
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