Dentro de clepsidras de humo
Callados llevamos nuestra barca
Imaginamos una respuesta que habita dentro
Se solicita escribir las preguntas
Qué sería sí
De qué debo de enterarme
Algunos llevan en las manos el castigo incógnito
Las formas se acompasan llevando candelabros
Llegar tarde a la vida
No corresponder excusas
El desarrollo del hábito
Criar caballos para que lleven las riendas progresivamente
No es lo mismo un fruto marchito que podrido
Hay un silencio en quien guarda costumbres satisfechas
Quizá la mirada de los niños sea piedra de salvación
Quizá sentir la gravedad bajo el agua funja como reacción
No dejamos de conocer
Como tampoco dejamos de sernos conocidos
Se eterniza la llave que proteje el olvido
Y no tener un plan es no saber un poco del ahora o del mañana
Nos acercamos al brillo de los otros
Y nuestra medalla exige ser definida
Qué gramaje o qué definición
No sabemos qué conecta con todo el sufrimiento
Piedra angular que desgasta los puntos de vista
Si mordemos del fruto ya no solo es una fruta
Si tocamos fondo quizá atendamos al reclamo de la vida
No estar en el lugar correcto
No sentir identidad
Estrellarse en paredes o en pura frustración
Luego es el despertar
Luego las clepsidras narran cómo su interior es infinito
Pero que siempre dependera del hombre
Siempre dependerá de su mano, imaginación o risa
Darle a la vida
A través de las fauces resplandecientes
A través de la fragilidad de quien no está
Seguir intentando ciegamente
Como si fuera la único que intentar
- Autor: Allen Andree ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2024 a las 19:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Ӈιρριε Ʋყє ☮
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