Fuiste

Fuiste el eco suave en mi silencio,
un susurro que abrazaba con ternura.
En el rincón de mis recuerdos, eterno,
fuiste la luz que disipaba la penumbra.

Fuiste la melodía en mis días grises,
una canción que resonaba en el alma.
En el lienzo de mi vida, mil matices,
fuiste la paleta que pintaba la calma.

Fuiste la lluvia que besaba mi piel,
gotas de amor en un suave diluvio.
En cada encuentro, en cada laurel,
fuiste el verso que rimaba en mi tributo.

Fuiste el suspiro en noches calladas,
un sueño que danzaba en mis anhelos.
En las páginas del tiempo, marcadas,
fuiste el capítulo lleno de destellos.

Fuiste el faro en mis mares inciertos,
la brújula que guiaba mi destino.
Aún en la distancia, entre desiertos,
fuiste el oasis en mi desierto divino.

Fuiste, sí, un suspiro, un susurro,
un poema escrito en el viento.
En cada latido, en cada murmullo,
fuiste el eco eterno, mi dulce aliento.

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