Soy como la abeja,
que no precisa las flores, ni sueña primaveras. Soy como el silencio, que de golpe estalla, carne sobre carne, compartiendo la sangre, los atardeceres y sabores lentos. Como el poeta, que cierra sus ojos, y un trueno constante le dicta belleza imposible para las bocas y oídos. Soy como el niño que aprende amando despacio, pero un día se despide, su piel se viste de años, su corazón , madura al son de tu boca.
su alma, es cíclope de tu belleza única.
- Autor: Dominatorque ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2010 a las 18:57
- Categoría: Amor
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: nellycastell, meryan, LAURA ZYANYA
Comentarios6
hola me encanto la verdad ojala te pases por mis poemas
bueno!
Soy como el niño que aprende amando despacio, y si que bueno es escuchar esto, porque realmente yo siempre he sentido que amar se aprende amando, muy hermosos versos que acompañan tu alma de poeta enamorado del amor y de la ternura, un abrazo amigo me lo guardo conmigo.
"Soy como el niño que aprende amando despacio
pero un día se despide, su piel se viste de años"
GENIOOOOO me encanto todo tu poema y esa frase me mato.
un besote amigo mio.
Soy como el niño que aprende amando despacio,
pero un día se despide, su piel se viste de años,
Es muy grato "descubrir" tu poesía,es hermoso leerte,en breve siempre se puede decir tanto...
Mi respeto,saludos desde México.
Zyanya@
Bella y dulcemente romántica esta poesía, Domi, y pasa soñar casi que alcanzan estas dos líneas:
“pero un día se despide, su piel se viste de años,
su corazón , madura al son de tu boca.”
Me encantó como dibujas tan bello ese paso del tiempo.
Con mi cariño de siempre
Diluz
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