Llagada de plata la noche,
me aferro a la visión de su negra piel
para rehuir el dolor que me procuraron.
«Pronto serás un cadáver» resuenan aún
las voces apodícticas
que me hacían culpable
de una vasta cobardía
que me convertía
en voraz sima sideral.
Así me reprobaron y por ello
no les concedo perdón.
Imagino que anhelan
el cumplimiento de la condena
cuyo veredicto rezaba:
indolente, mezquino, egoísta,
y sobre todo, enemigo de nuestra verdad moral.
«Engañará a otros que hacia él se avengan.
Los acechará sigiloso, parapetado
tras su horizonte de sucesos
que engulle toda luz vital o esperanza
que lo traspone.»
«Entre esas distraídas víctimas, ella,
pobre mujer succionada
a la que escupirá triturada
al otro lado del agujero de gusano.»
Así dirían si de ti, amor, supieran
porque como siempre
necesitan explicar cómo pervive
toda vida que escapa
de la devastación que (ahora sí)
escupen y amontonan al otro lado.
10 de enero de 2023
David Galán Parro
- Autor: David Galán Parro ( Offline)
- Publicado: 21 de enero de 2024 a las 17:45
- Categoría: Sin clasificar
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