Como una joven que anhela ser escritora, no me considero una poeta, simplemente soy una chica que plasma en papel sus pensamientos y vive cada palabra que escribe. Busco un lugar fértil donde sembrar semillas de amistad y cosechar la más pura felicidad. En cada línea, deseo transmitir emociones profundas y despertar los corazones de quienes me lean. Uniendo nuestras almas a través de la tinta, crearemos un vínculo eterno. Juntos, crearemos un mundo donde la amistad florezca y la felicidad sea nuestra cosecha. ¡Únete a mí en esta maravillosa aventura literaria!
Capítulo 9: La exnovia
Narra Axel
Sin darme cuenta, una semana había pasado desde mi primera cita con Mía. Todo parecía perfecto; ella aceptó ser mi novia y a mí no me importaba la diferencia de edad. Parecía que a ella tampoco le importaba. Ya saben lo que dicen: en el corazón no se manda.
Estaba en mi oficina cuando alguien tocó la puerta.
- Adelante - dije sonriendo, creyendo que era Mía. Pero mi rostro cambió cuando vi que no era ella.
- Hola, Axel - dijo Julia.
- ¿Julia? ¿Qué haces aquí? - pregunté sorprendido.
- Trabajando. Me transfirieron a esta escuela... soy la nueva profesora de Matemáticas.
- Qué bien - dije sin entusiasmo.
- Sabes, desde que terminamos, me he sentido algo sola... - dijo Julia con un tono seductor.
- Axel, lo siento, fue un error que termináramos. Yo aún te amo - continuó diciendo.
- El pasado ya es pasado, Julia. El sentimiento no es mutuo. Yo sí te olvidé - respondí cortante.
- ¿En serio te olvidaste de mí? - preguntó Julia, mientras una lágrima caía por su mejilla. - He cambiado, lo juro. Solo quiero una segunda oportunidad.
- Julia... créeme que lo nuestro fue especial. Te quise mucho y me dolió mucho que me dejaras. Pero ya lo superé y ahora solo puedo quererte como amiga - dije, tratando de ser amable.
- ¿Amiga? - preguntó incrédula.
- Amiga nada más, y eso ya es mucho considerando que me fuiste infiel - respondí.
- Sé que te lastimé, pero... - intento explicar.
- Ya no hay rencor - la interrumpí - pero yo ya no te amo.
- Pero Axel, amor... - siguió diciendo Julia.
- No me digas así - la interrumpí de nuevo - ya no somos nada, por favor entiéndelo.
- Pero yo te amo - insistió Julia.
- El amor es entre dos personas que se gustan, y tú no me gustas - dije con firmeza.
Julia se me acercó y en un abrir y cerrar de ojos me besó. La aparté al instante y me di cuenta de que Mía había entrado en ese momento. Mía se fue corriendo.
- ¡Mía! - la llamé, tratando de explicarle la situación.
Narra Mía
Tenía muchas ganas de ver a mi querido director, así que me acerqué a su oficina. Noté que la puerta estaba entreabierta y pensé en golpear, pero luego decidí que sería mejor sorprenderlo. Sin embargo, cuando entré, me llevé una sorpresa desagradable: Axel estaba besando a una chica. Sentí como si mi corazón se hubiera partido en mil pedazos.
- ¿Señor director? - dije con lágrimas en los ojos.
- ¿Mía? - Axel parecía sorprendido.
- Siento interrumpir - dije antes de salir corriendo de la oficina.
- ¡Mía! ¡Espera! - escuché que me gritaba Axel, pero ya estaba demasiado lejos para volver atrás.
Narra Axel
- Amor, no te preocupes. Ella es solo tu estudiante, ¿verdad? - intentó justificarse Julia.
- Julia... no vuelvas a besarme y no vuelvas a llamarme así. Entiende que no somos nada - le dije con firmeza.
- Pero, Axel... - intentó seguir hablando.
- Pero nada - la interrumpí - y si sigues sin entender, voy a pedir que te saquen de esta escuela.
- Pero yo te amo - insistió Julia.
- Vete de mi oficina, Julia - le dije con seriedad.
- Y si no me voy, ¿qué? - preguntó desafiante.
- Está bien - dije mientras me dirigía al teléfono.
- ¿A quién llamas? - preguntó Julia.
- Al ministerio de Educación. Le pediré que te saquen de esta escuela - respondí.
- Está bien... ya me voy. No te molestaré más - dijo Julia mientras salía de la oficina y azotaba la puerta.
Después de que Julia se fue, pensé en Mía y en cómo ella podría haber malinterpretado lo que vio. Pero yo sabía que la amaba a ella y que no tenía nada que ver con lo que acababa de pasar con Julia.
Narra Mía
No puedo creer lo que acabo de ver... No puedo parar de llorar. ¿Cómo llegué hasta las gradas? No importa, lo importante es que siento un dolor muy grande en el pecho... ¿Por qué Axel me hizo esto? No, es imposible, creí que me amaba.
- ¿Mía? Te encontré - escuché la voz de Axel.
Levanté la mirada y ahí estaba él.
- ¿Qué quieres? - dije secando mis lágrimas.
- Explicarte lo que viste - dijo sentándose a mi lado.
- ¿Qué me vas a explicar? ¿Que te besaste con otra chica? ¿Quién es ella? - pregunté con tristeza.
- Ella es mi ex... - respondió Axel.
- ¿Tu ex? - interrumpí - ¿Qué hace aquí?
- El ministerio de Educación la mandó como la nueva profesora de Matemáticas - explicó Axel.
- ¿Aún sientes algo por ella? - pregunté con el corazón en la mano.
- No, ella me besó a mí... pero yo no siento nada, porque te amo a ti - dijo Axel con sinceridad.
- ¿Cómo puedo creerte? - dije bajando la mirada y cubriendo mi rostro con mis manos.
Axel quitó mis manos de mi rostro y acercó sus labios lentamente hacia los míos, besándome tiernamente.
- Mírame a los ojos - dijo y delicadamente tomó mi cara, haciendo que nuestras miradas conectaran.
- Te amo de verdad y por ella ya no siento nada - dijo Axel con convicción.
Sus ojos tenían algo que me hizo querer confiar en él. Quería creerle.
- ¿Me perdonas por lo que pasó? - preguntó Axel.
No pude evitarlo y me abalancé sobre él. Axel me cubrió con sus fuertes brazos y me besó. Con ese beso sentí todo el amor que sentía por mí, sentí su sinceridad. Ambos nos amábamos.
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Capítulo 10: El accidente
Narra Mía
Y sin darme cuenta, pasó una semana desde mi reconciliación con Axel. Nuestra relación iba mejor que nunca y no había un día en que no nos viéramos, tanto en la escuela como en su casa. Su hermana siempre se quedaba cuidando a mi hermano y Manuel ya le había tomado cariño. Aunque Axel solo me presentó como su amiga, creo que en el fondo, Jessica ya comenzaba a sospechar.
Un día, fuimos a un restaurante lujoso, el mismo donde tuvimos nuestra primera cita. Pasamos una noche mágica y al salir, nos estábamos besando apasionadamente cuando, de repente...
Siento que él se aparta de mí de golpe, grita y me empuja.
- ¡¡¡¡¡¡Cuidado!!!!!!
Axel me empujó y un carro pasó por encima de él. El sonido de la colisión me dejó aturdida y paralizada por un momento. Cuando finalmente reaccioné, corrí hacia él, gritando su nombre.
Mientras saco mi celular que cae de mis manos para llamar a la ambulancia, corro hacia Axel y lo intento levantar. Sin embargo, debido a sus heridas, no puedo hacerlo y me doy cuenta de que está envuelto en sangre.
- Amor, Amor ¡Responde! Abre los ojos por favor ¡No me dejes! Te amo ¡Por favor despierta! Mis lágrimas caen una tras otra, Axel estaba envuelto en sangre y la ambulancia tardaba mucho en llegar.
De repente veo que las puertas del auto que lo chocó se abren y veo que una chica sale del auto. ¡¡¡No puede ser!!!, es ella. Es la chica que lo besó, es su exnovia. No podía creer lo que estaba viendo, mi corazón se llenó de dolor y rabia al mismo tiempo.
- ¡Axel! ¡Axel! ¿Pero qué he hecho? ¡Reacciona por favor! - gritaba la chica, mientras yo la miraba con desconfianza.
Yo me quedo mirándola, no se me ocurre nada que decir, tenía olor a alcohol y se veía borracha, luego de un tiempo llego la ambulancia, subieron a Axel a la ambulancia y yo subí con él.
- Cariño, resiste – Dije acariciando su mejilla, mientras las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas.
Llegamos al hospital y llevaron a Axel al quirófano... Pasaron horas y horas, y yo, simplemente miraba el quirófano, en un estado de shock y tristeza profunda.
Finalmente, el doctor sale y en ese momento vi que también estaba llegando Julia, la exnovia de Axel.
- Doctor ¿Cómo está, Axel? ¿Se pondrá bien? – Dijimos las dos al unísono, con la esperanza de recibir buenas noticias.
Las lágrimas aún caían de mis ojos.
- ¿Son familiares del paciente? – Pregunto el doctor
- Yo soy su novia – Conteste primero que Julia, mientras yo me quedaba en silencio, sintiendo un nudo en mi garganta.
- Y yo su ex – Contesto Julia cortante, mientras me miraba con desprecio.
- Entiendo, el paciente ya no está en riesgo… - dijo el doctor, mientras yo cerraba los ojos y respiraba profundo, tratando de controlar mis emociones.
- Gracias a Dios – Interrumpí, tratando de mantener la calma.
- Pero sufrió algunas fracturas, al igual que un buen golpe en la columna.
- ¿Puedo verlo? – Dijimos las dos al unísono
- En este momento el paciente esta inconsciente, y solo una puede pasar a verlo – Dijo el doctor en tono serio – y creo que es conveniente que pase la novia – Dijo mirándome
- Gracias – Dije con un nudo en la garganta, mientras Julia me miraba con desprecio y se alejaba.
- Por aquí Señorita – Dijo y me llevó a la habitación de Axel.
Al llegar a la habitación, me acerqué a él y le acaricié el cabello mientras le daba un beso en los labios.
- Hola, amor - Le dije con una sonrisa.
- ¿Estoy en el cielo? – Escuché un pequeño murmullo de Axel – Porque creo que estoy viendo un ángel – Dijo sonriendo mientras me miraba.
No pude evitar sonreír.
- ¿Cómo puedes hacerme reír en un momento así?
- Me gusta verte reír – Dijo y después se quedó dormido otra vez.
- ¡Axel! ¡Axel! Doctor, ¿qué pasa? - Exclamé con desperación
- Descuida, es normal. Acaba de sufrir un golpe fuerte y todavía no está del todo estable. Además, hay un detalle que no le he dicho, Señorita - Dijo el doctor en tono serio.
- ¿Qué sucede, doctor? - Pregunté con preocupación.
- El paciente tendrá que usar una silla de ruedas por un tiempo - Respondió el doctor.
- ¿Silla de ruedas? – Dije con la voz quebrada.
- Sí, lo siento… con permiso – Dijo y se retiró.
En ese momento llegó aquella chica que causó el accidente de Axel, su ex.
¿Qué hace esta mujer aquí? ¿Cómo logró llegar hasta aquí si solo nos permitieron pasar a una? - Pensé.
- Lo siento – Dijo bajando la mirada.
- No debes disculparte conmigo, sino con él – Respondí mirando a Axel.
Pasaron dos días y Axel ya estaba estable. Llegué a su habitación y nuestros ojos chocaron como imanes. Me acerqué a él y delicadamente tomé su cara para besar sus labios.
- Mía – Habló en voz baja.
- Shhhhh – Dije poniendo mi dedo índice sobre sus labios – No digas nada, aquí estoy contigo.
- ¿Dónde estamos? - Preguntó Axel.
- En el hospital. ¿Recuerdas el accidente? - Respondí.
- Sí – Dijo mirando a los lados – ¿Julia? ¿Tú qué haces aquí?
- Vine a disculparme. ¡Realmente lo siento! Todo el costo del hospital no te preocupes, todo está a mi cuenta - Dijo Julia.
- ¿Así que fuiste tú?
- Sí, de verdad lo siento. No sé qué me pasó
- Amor, ¿nos dejas a solas un momento? – me pidió Axel mientras tomaba mis manos con cariño.
- Sí – dije antes de salir de la habitación, aunque podía escucharlos desde afuera.
Narra Axel
El accidente que casi lastima a Mía me llenó de rabia hacia Julia, sabiendo que ella lo había provocado.
- En serio lo lamento mucho – dijo Julia apenada.
- Julia, no quiero que te vuelvas a meter en mi vida. No quiero que vuelvas a cruzarte en mi camino, así que por favor, jamás vuelvas a aparecer frente a mí, ni mucho menos frente a Mía, ni en nada relacionado con mi vida - dije elevando la voz.
- ¿Mía? ¿No es el nombre de aquella estudiante? - preguntó Julia.
- Sí, no te voy a mentir, me enamoré de mi alumna - confesé.
- Julia iba a hablar, pero la interrumpí:
- La amo más de lo que alguna vez pude amarte a ti.
- Está bien, no volveré a cruzarme en tu vida y ya pedí mi traslado de la escuela", dijo Julia.
- Me parece perfecto - dije con firmeza - Ahora, si me disculpas, necesito estar a solas con Mía.
Julia asintió con la cabeza antes de salir de la habitación.
Narra Mía
Jamás había conocido esa parte de él o más bien, no sabía que él tenía un lado así.
Entiendo, gracias por la aclaración. Aquí te dejo una posible forma de mejorar el texto:
Julia abrió la puerta y pasó frente a mí sin siquiera mirarme.
- Hola, amor ¿Puedo pasar? - toqué la puerta que ya estaba abierta.
- Sí, cariño. Julia ya no nos volverá a molestar otra vez, así que quita esa cara de preocupada... - dijo Axel con una sonrisa.
- Es que te debo dar una noticia y no sé cómo la tomarás - dijo Mía, bajando la mirada.
- ¿Qué ocurre? - preguntó Axel con una mirada preocupada.
- No podrás caminar por un tiempo y tendrás que usar esa silla de ruedas que está en la esquina - señaló la silla.
- ¿De qué estás hablando, cariño? ¡No puedo dejar de caminar! - exclamó Axel, incrédulo.
- El impacto del golpe fue grave, lo siento - explicó Mía con tristeza en su voz.
- Lo siento, amor. Solo seré un estorbo para ti... - dijo Axel con voz quebrada.
Al escuchar esas palabras salir de sus labios, fue inevitable no besarlo.
- ¡No digas estupideces! ¡Yo te amo! Te amaré siempre, sin importar los obstáculos - le dije con firmeza.
Me acosté a su lado, abrazándolo.
- ¡Te amo tanto! No sé qué hice para merecer a alguien tan lindo como tú - me besó tiernamente.
Recosté mi cabeza en su pecho y comencé a besar su mandíbula.
- ¡Me gusta eso! - dijo Axel con los ojos cerrados, y me di cuenta de que disfrutaba que lo besara.
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Capítulo 11: Tim
Narra Mía
Ya han pasado dos meses desde el accidente y Axel ha recibido el alta médica. He pasado todas mis vacaciones a su lado, riendo y ayudándolo en todo lo que he podido.
- Amor, no puedo creer que estés cuidándome tanto - dijo Axel con una sonrisa.
- Siempre lo haré porque te amo - le respondí, tomando su mano.
Axel me atrajo hacia él y me senté en sus piernas, rodeando su cuello con mis brazos.
- Amor, debes irte. Mañana comienzas nuevamente las clases - susurró Axel, con sus labios rozando los míos.
- Lo sé, no quiero regresar si tú no regresas - dije haciendo pucheros.
- Lo sé, cariño. Para mí también es difícil que vuelvas a la escuela y no poder verte... pero tú debes seguir adelante - me animó Axel.
- Y lo haré, siempre y cuando esté a tu lado - le dije antes de besarle.
En estos dos meses, Axel ha progresado bien, aunque aún necesita la silla de ruedas. Los padres de Axel viven muy lejos y no saben del accidente que sufrió, ya que Axel no quiere que se preocupen. Me pregunto cómo serán. Axel nunca me ha hablado sobre su padre, solo me ha dicho que sus padres están divorciados y que su madre ha hecho mucho por él y por su hermana. Hablando de su hermana, ella es la única que sabe sobre nuestra relación y nos ha ayudado mucho cuidando a Manuel para que podamos estar juntos. En la escuela, todos saben sobre el accidente y extrañan mucho a Axel. Yo soy la única que puede verlo en su casa.
Hoy estoy a punto de comenzar el cuarto semestre. Aunque ir a la escuela y saber que Axel no está en su oficina, y que en su lugar está ese odioso vicedirector, no será lo mismo.
Narra Axel
No quería soltarla. Sus labios eran tan dulces, pero sabía que ella debía continuar con su vida. Me sentía mal por tenerla a mi lado cuidándome, sabiendo que ella podría estar con alguien de su edad, alguien que no estuviera en una silla de ruedas.
- Tienes que irte - dije sin dejar de besarla.
- Sí, me iré - dijo ella, aferrándose más a mi cuello.
Hablábamos entre besos.
- ¿Cómo está tu hermanito? - pregunté.
- Bien, le caes bien. Siempre pregunta por ti - respondió.
- A mí también me cae bien mi pequeño cuñado... ¿Y ahora dónde está?
- Con tu hermana... por cierto, ¿nunca me dijiste cómo tomó la noticia de lo nuestro?
- Al principio se quedó en shock, no podía creer que estaba saliendo con alguien tan joven... pero después lo entendió y ahora nos está ayudando.
Hubo un momento de silencio en el que solo nos besábamos sin decir nada.
- Me tengo que ir - dijo ella, besándome.
- Sí, tienes que irte - dije, besándola sin soltarla.
Hasta que mi hermana entró con Manuel.
- Siento interrumpir - dijo Jessica.
Ligeramente, Mía se separó de mis brazos.
- No, no interrumpes... ya me estaba yendo - dijo Mía, agarrando la mano de Manuel - Gracias por cuidarlo.
- No hay problema, nos divertimos mucho, ¿verdad campeón? - dijo Jessica, alborotándole el cabello a Manuel.
- Siiii - gritó Manuel emocionado.
- Manuel, despídete de Axel, que nos vamos a casa - dijo Mía.
Manuel se acercó a mí y lo abracé; me daba ternura la escena y lo cariñosa que era con su hermanito.
- Adiós campeón, fue un placer verte - dije. Manuel solo sonreía y después se soltó.
Mía lo tomó de la mano y después se acercó a mí.
- Buenas noches - dijo y me dio un pequeño beso - ¿Nos vemos mañana después de la escuela?
- Te esperaré - dije entusiasmado.
Después se dirigió hacia Jessica.
- Buenas noches, Jessica, una vez más gracias por todo - dijo Mía, estrechando su mano.
- Buenas noches, Mía, y una vez más no hay problema
Me quedé observando a Mía hasta que la puerta de mi casa se cerró y ya no pude verla.
- Nunca te había visto tan enamorado - dijo Jessica - Ni siquiera cuando estabas con Julia.
- Esto es diferente, Mía no es como Julia... ella es mágica - le respondí.
Más tarde, Jessica preparó la cena. Cuando terminamos, ella se despidió de mí y se fue. Yo me acosté a dormir.
Al día siguiente, me desperté a las 4:30 am. No podía dormir, estaba ansioso por volver a ver a Mía.
Narra Mía
Son las 4:30 am y no puedo dormir, solo puedo pensar en Axel. Nunca había sentido algo así con tanta intensidad.
Me costó conciliar el sueño, pero lo logré. Incluso dormida, pensaba en Axel, hasta que llegó la hora de despertar.
- ¡Lista! - Me arreglé, preparé a Manuel, desayunamos, lo llevé a la escuela y después me dirigí a la mía.
Cuando terminaron las horas de clases, salí corriendo a buscar a mi hermanito a la escuela. Lo llevé a casa, le cambié su uniforme, dejé su mochila, le di de comer y después me encontré con Jessica en el parque como siempre.
Cuando llegamos al parque, Manuel la vio de lejos y corrió hacia ella.
- ¡Jessica! - dijo con una sonrisa.
- ¡Hola, campeón! - dijo Jessica, abrazándolo.
Nos saludamos con Jessica, le di la mochila de Manuel con sus juguetes, abracé a mi hermano y después me fui corriendo para ver a Axel.
Cuando estaba a cuatro cuadras de llegar a la casa de Axel, escuché una voz familiar.
- ¡Mía! - El chico de los ojos marrones se me acercó.
- ¿Sí?
Era Tim, un compañero de la escuela.
- Mía, ¿puedo hablar contigo?
- ¿De qué?
- Bueno... Mira, hace tiempo que quiero decirte esto - hizo un breve silencio.
- ¿Decirme qué?
- Mía... me gustas, desde que te vi por primera vez.
- ¡Tim! Lo siento... - iba a hablar, pero él me besó, tomándome por sorpresa.
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Capítulo 12: Ya estoy enamorada
Narra Axel
Miré mi reloj y eran las 4:30 pm.
- ¡Listo!
Sonreí al ver el mini banquete que había preparado para mi adorable chica con todo lo que más le gusta. Me deslicé en mi silla de ruedas hacia el estante para sacar dos copas que podía alcanzar aun estando sentado. Ahora que lo pienso... Nunca había hecho algo así por alguien, ni siquiera por Julia... Estoy emocionado por ver su hermoso rostro sonrojado. Simplemente, la amo.
Narra Mía
Después de que Tim me besó, me separé bruscamente de él.
- ¿Tim?...
- ¡Me gustas! - dijo interrumpiéndome.
- Lo siento, Tim, pero ya estoy enamorada de alguien que me espera – le dije con sinceridad.
- Al menos lo intenté y te dije lo que siento – dijo cabizbajo.
- Lo siento mucho, Tim. No me gusta hacer sufrir a nadie.
- No te sientas mal... Gracias por ser honesta – dijo extendiendo su mano – ¿Amigos?
- Amigos, Tim... – Dije tomando su mano – Gracias por entender.
- No hay problema... Ahora ve por tu chico – me animó.
Lo abracé y me fui corriendo hacia la casa de Axel.
Narra Axel
Miré mi reloj de nuevo y eran las 5:30 pm.
- Ella no vendrá - pensé con tristeza. Seguramente se ha dado cuenta de que soy un estorbo, solo un hombre inválido de 32 años. Merece a alguien de su edad y no a mí. Ella es solo una pequeña estudiante de 17 años.
Narra Mía
Llegué corriendo a la casa de Axel y al no recibir respuesta, utilicé el duplicado de la llave que guardaba debajo del extintor para abrir la puerta. Axel estaba acostado en el sofá, junto a una botella de vino sin una sola gota, y su silla de ruedas estaba a su lado.
- ¿Quién está ahí? – preguntó adormilado con la voz temblorosa por los efectos del alcohol.
- Soy yo, Mía, tu novia – me acerqué al sofá.
- ¿Mía? Me duele la cabeza – dijo llevando su mano a su frente.
- Son los efectos del alcohol – dije acariciando su mejilla – ¿Cómo hiciste para pasarte al sofá?
- De la misma manera que hice esto – señaló con su dedo hacia la mesa donde había preparado tostadas con mermelada y dulce de leche, café con leche, y un florero en medio de la mesa con mis flores favoritas, Peonias Blancas. Las velas que estaban en la mesa estaban derretidas.
- ¿Hiciste todo esto para mí? – dije con la voz quebrada.
- Esta es la primera vez que hago algo por alguien y me dejan plantado. Pensé que llegarías temprano, creí que para ti yo era importante... Y en esta situación que estoy, ¡en esa maldita cosa!", señaló la silla de ruedas. "¡Me esforcé para preparar todo esto! – dijo elevando la voz.
- ¿Estás enojado? – dije bajando la mirada.
- No, no estoy enojado – dijo levantando mi cara levemente – Haces bien en alejarte de mí, yo soy un estorbo, mereces salir con chicos de tu edad
- No eres un estorbo, no lo vuelvas a decir. Y lo siento por no haber llegado antes. ¿Conoces a Tim? – dije bajando la mirada.
- ¿Tim? ¿De la escuela? – preguntó Axel asintiendo con la cabeza.
Me detuvo y me confesó lo que siente por mí... y no te mentiré, ¡él me besó! - hubo silencio en toda la habitación y después exclamé.
- ¿Él hizo qué?
- Él me besó, Axel. Te juro que le aclaré que...
Axel me interrumpió con un beso.
- Solo yo puedo besarte - dijo y me besó otra vez - ¡Listo! Ya estás limpia.
- ¿Eh? - sonreí - Axel, hueles mucho a alcohol.
- Lo siento - dijo y me sonrió - ¿Qué pasó con Tim?
- Le dije que ya estoy enamorada - dije y lo besé - ¡Estoy enamorada de ti!
Axel me acercó más a él y me besó.
- Te amo y jamás me cansaría de decirlo, y siempre te elegiría a ti una y otra vez - lo volví a besar.
Después ayudé a Axel a sentarse en la silla de ruedas y fuimos a degustar el pequeño banquete que había preparado para mí.
Narra Axel
Estábamos disfrutando de nuestra comida cuando noté que un poco de mermelada quedaba en su mejilla. Me acerqué a ella y le di un beso.
- Tienes un poco de mermelada aquí - dije mientras la besaba en la mejilla.
- Salió - dijo sonriendo.
- Falta un poco - dije y la besé de nuevo - ¡Ahora sí!
- Autor: Reb Liz ( Offline)
- Publicado: 23 de enero de 2024 a las 09:49
- Comentario del autor sobre el poema: Queridos lectores Es un honor compartir con ustedes esta historia que ha nacido desde lo más profundo de mi corazón. Cada palabra, cada personaje y cada emoción plasmada en estas páginas ha sido creada con amor y dedicación. Espero que al sumergirse en estas letras encuentren momentos de alegría, inspiración y conexión. Mi mayor deseo es que esta historia toque sus corazones y les brinde un escape a un mundo lleno de emociones y posibilidades. Agradezco de todo corazón su apoyo y compañía en este viaje literario. Sin ustedes, mis queridos lectores, estas palabras no tendrían sentido. Espero que disfruten de esta aventura tanto como yo disfruté escribiéndola. Con gratitud.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
Comentarios1
…te elegiría a ti una y otra vez 🙂
Gracias por tu comentario, abrazo lleno de luz
Gracias a ti por escribir tan emocionantes historias que calan profundamente y atraviesan el alma. : )
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