Una noche de música divina,
escuchando cada nota en tu piel,
a veces muy alegre, a veces triste,
pero siempre con el sabor a miel
encantadora, pasas cautelosa,
cubriendo llantos, con una sonrisa
de una luz brillante, siento la calma
viva, como la flor de una caricia.
- Autor: José Ángel Pineda ( Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2024 a las 00:10
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Ricky Arbenz
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