Puedo intentarlo.
Conozco lo que pasa por la mente de la almohada, sueños sin funda y fundas sin cama, a su vez camas sin almohadas ni funda, ni nada, es decir no camas.
Al parecer vivo con frigoríficos por ventana, pero el metrónomo se mueve desde la tarde del libro, vibro al pisar mi rostro percibiendo el petricor, dos huellas a partir de ahora me hablan del amor.
Ojos encendidos jugando a la rayuela,
Esa guitarra me va a dejar ganar,
Quiero que toque su dulce melodia,
Para que los ángeles vuelvan a cantar.
No se reir pero puedo escribir los versos más bonitos.
No sé llorar pero puedo escribir los versos más bonitos.
No se amar pero puedo intentarlo.
- Autor: David ayuso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de enero de 2024 a las 11:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro
Comentarios1
Las almohadas son la quinta esencia de los poemas que de ellas hablan. Ponga una almohada en su vida y se acabaron las terapias.
Un saludo
Estas letras no significan nada
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