En el Corazón no se Manda: Capítulos 37, 38, y 39

Reb Liz


AVISO DE AUSENCIA DE Reb Liz
Como una joven que anhela ser escritora, no me considero una poeta, simplemente soy una chica que plasma en papel sus pensamientos y vive cada palabra que escribe. Busco un lugar fértil donde sembrar semillas de amistad y cosechar la más pura felicidad. En cada línea, deseo transmitir emociones profundas y despertar los corazones de quienes me lean. Uniendo nuestras almas a través de la tinta, crearemos un vínculo eterno. Juntos, crearemos un mundo donde la amistad florezca y la felicidad sea nuestra cosecha. ¡Únete a mí en esta maravillosa aventura literaria!

Capítulo 37: El Amor Supera las Adversidades

 

Narra Axel

 

- Parece que sabes muy bien cómo compensarme - dijo Mía, con una sonrisa juguetona - Aunque creo que tenías algo más en mente.

 

La miré con curiosidad, preguntándome qué estaba tramando.

 

- ¿Qué pasa por esa cabecita loca tuya? - pregunté, riendo.

 

Mía me miró a los ojos con amor y de repente me plantó un beso en los labios.

 

- Entonces, tendremos una cita - dijo, sonriendo.

 

Sonreí ampliamente, emocionado por la idea de pasar más tiempo juntos.

 

- Sí, pero la mala noticia es que tendremos que esperar hasta el domingo, porque hoy es lunes - dije, fingiendo decepción.

 

Mía rió y negó con la cabeza.

 

- No me importa esperar - dijo, con ternura en su voz - Te amo.

 

Bajamos juntos a la cocina para encontrarnos con Manuel, quien ya había terminado su merienda. Pasamos el resto de la tarde jugando, viendo películas y disfrutando de una cena en familia.

 

Antes de dormir, decidí hacerle una pregunta importante a Mía.

 

- Mía, ¿te gustaría vivir conmigo? - pregunté, nervioso pero emocionado.

 

Mía me miró con amor en sus ojos y sonrió.

 

- Me encantaría - dijo, con una alegría evidente en su voz.

 

Sonreí ampliamente, sintiendo cómo la felicidad se apoderaba de mí.

 

- Podemos comenzar con la mudanza cuando quieras - sugerí.

 

- ¿Podemos empezar mañana? - preguntó Mía, emocionada - Ya no quiero esperar más.

 

Me sorprendió su entusiasmo, pero luego recordé que solo quedaba una semana de clases y luego vendría la graduación.

 

- Pero, ¿y la escuela? - pregunté, preocupado - Todavía estás estudiando y yo soy el director.

 

Mía me miró con determinación en sus ojos.

 

- No importa - dijo, con convicción - Solo queda una semana y luego viene la graduación. Después de eso, no habrá motivos para escondernos.

 

Sonreí, admirando su valentía y determinación.

 

Narra Mía

 

Al día siguiente, en la escuela, me encontré con Valentina, mi mejor amiga.

 

- Mía, te veo mucho mejor - dijo Valentina, preocupada - ¿Estás bien?

 

Sonreí y asentí.

 

- Estoy bien, muchas gracias por preocuparte - respondí, sintiéndome agradecida por su amistad.

 

Valentina me miró con curiosidad.

 

- Mmm, ¿volviste con él? - preguntó, con una sonrisa pícara.

 

Justo en ese momento, escuché a alguien llamándome.

 

- Alumna Montgomery, ¿puede pasar a dirección, por favor? - era la profesora Vanessa, la profesora de química.

 

Fruncí el ceño, preguntándome qué podría ser tan importante.

 

- ¿Qué pasa? - pregunté, sintiendo un tono de seriedad en su voz.

 

- Por favor, vaya. Es una orden - dijo, con voz firme.

 

Suspiré y asentí.

 

- De acuerdo, nos vemos después, Valentina - dije, despidiéndome de mi amiga.

 

Entré en la dirección y me pregunté qué podría estar sucediendo. Mi mente se llenó de inquietud mientras esperaba descubrir el motivo de esta llamada inesperada.

 

- Así los quería ver - dijo Vanesa, señalando a Axel, quien estaba sentado en los sillones.

 

Me di cuenta de que el vicedirector estaba ocupando el escritorio de Axel.

 

- ¿Qué pasa? - pregunté, sentándome en el sillón junto a Axel.

 

- ¿Acaso no le dije, señor director? - dijo Vanesa, con tono de reproche.

 

- ¿Qué cosa? - pregunté confundida.

 

Axel la miró con indiferencia, esperando una explicación.

 

- Le advertí que terminara su relación con esta chica - dijo Vanesa, señalándome.

 

- La amo demasiado como para hacerlo - afirmó Axel con determinación.

 

El vicedirector intervino, interrumpiendo la conversación.

 

- Señor Director - dijo el vicedirector - Mantener un romance con una estudiante está prohibido.

 

- Yo también lo amo - intervine, defendiendo nuestra relación.

 

Vanesa parecía satisfecha con nuestras respuestas.

 

- Excelente, ahora los dos juntos pagarán las consecuencias - dijo Vanesa, con una mirada desafiante.

 

- ¿Qué piensa hacer? - pregunté, mientras Axel y yo nos levantábamos del sillón.

 

- El vicedirector y yo hemos hablado con el Ministerio de Educación - explicó Vanesa - Y van a enviar a alguien para investigar. No sé qué pasará con ustedes.

 

- ¡Vanesa! - exclamó una figura desde la puerta de la oficina.

 

Miré hacia la entrada y vi a un hombre canoso de ojos azules entrar.

 

- ¿Papá? - dijo Vanesa, sorprendida.

 

- Hola, soy el Señor Gómez, el antiguo director de esta escuela - se presentó - Pero antes de eso, también fui profesor, al igual que usted, señor Cromwell.

 

- ¿Qué haces aquí, papá? - preguntó Vanesa, confundida.

 

- Me enteré de lo que está pasando con el director actual y una estudiante - dijo el señor Gómez - Y me di cuenta de que ustedes dos están enamorados y se merecen vivir felices.

 

Axel me abrazó, mostrando su apoyo y amor.

 

- Sí - dijo Axel, con convicción - Nos amamos.

 

Vanesa parecía desconcertada por la intervención de su padre.

 

- ¿Qué dices, papá? - preguntó, buscando respuestas.

 

El señor Gómez miró a su hija con tristeza en sus ojos.

 

- ¿Alguna vez te conté cómo conocí a tu madre, Vanesa? - dijo, con voz suave.

 

- ¿En un bar? - preguntó Vanesa, confundida.

 

- No - respondió su padre - La conocí como mi querida estudiante.

 

La sorpresa se reflejó en el rostro de Vanesa.

 

- ¿Qué? - exclamó, en estado de shock.

 

- Por eso nunca conociste a tu madre - dijo el señor Gómez - Tus abuelos, sus padres, nos obligaron a separarnos. Ellos me entregaron a la niña que estábamos esperando y se llevaron a tu madre... Yo sé lo que se siente perder al amor de tu vida.

 

Vanesa estaba atónita, procesando la revelación de su padre.

 

- Pero... - balbuceó Vanesa, sin saber qué decir.

 

El señor Gómez continuó hablando, revelando su plan.

 

- Por eso esta mañana hablé con el Ministerio de Educación e intercedí por el señor Cromwell, diciendo que todo fue un malentendido - dijo.

 

Axel interrumpió emocionado.

 

- ¿Entonces ya puedo besar a mi novia? - preguntó, con una sonrisa traviesa.

 

El señor Gómez lo miró con seriedad.

 

- No aquí, señor Cromwell - dijo - Pero traten de seguir siendo discretos con su relación.

 

El señor Gómez se despidió y salió de la oficina, dejándonos a Axel y a mí solos.

 

- Amor, ganamos - dije, mirando a Axel con alegría.

 

- Sí, mi niña - dijo Axel, besándome.

 

Vanesa rompió el silencio con su amargura.

 

- Salgan de aquí, me enferman - dijo Vanesa, con desdén.

 

Axel la miró con una sonrisa burlona.

 

- Qué amargada - comentó - Esta es mi oficina, así que salgan ustedes.

 

La profesora Vanesa y el vicedirector salieron de la oficina, dejándonos a Axel y a mí solos.

 

- Ahora sí, juntos nuevamente - dijo Axel, besándome en la frente mientras acariciaba mi vientre.

 

Sentí una mezcla de alivio y felicidad al saber que podríamos seguir adelante con nuestra relación sin obstáculos. Nuestro amor había superado las adversidades y estábamos listos para enfrentar el futuro juntos, con la certeza de que nada podría separarnos.

 

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Capítulo 38: La Graduación de Mía

 

Narra Mía

 

Una semana había pasado desde que el señor Gómez intervino y nos dio su bendición para estar juntos. Durante esos días, Axel y yo mantuvimos nuestra relación en secreto, pero la emoción y la felicidad que sentíamos eran innegables. Además, habíamos dado un paso importante en nuestra relación y comenzamos a convivir en el departamento que Axel tenía cerca de la escuela.

 

La mañana de mi graduación, me desperté temprano, llena de nervios y emoción. Me vestí con mi vestido de graduación y me miré en el espejo, sintiéndome orgullosa de todo lo que había logrado. Luego, fui a la cocina, donde encontré a Axel preparando el desayuno.

 

- Buenos días, hermosa - dijo Axel, dándome un beso en la mejilla.

 

- Buenos días, amor - respondí, sonriendo - ¿Cómo te sientes?

 

Axel me miró con una mezcla de emoción y orgullo.

 

- Estoy tan orgulloso de ti, Mía - dijo, con una sonrisa - Hoy es tu gran día.

 

Sonreí, agradecida por su apoyo incondicional.

 

- Gracias por estar siempre a mi lado, Axel - dije, emocionada por lo que vendría.

 

Desayunamos juntos, compartiendo risas y palabras de aliento. Luego nos dirigimos a la escuela, donde me encontré con mis amigos y compañeros de clase. La atmósfera estaba llena de emoción y anticipación.

 

La ceremonia de graduación fue un momento especial y emocionante. Caminé con orgullo hacia el escenario, recibiendo mi diploma con una sonrisa radiante. Axel, como director de la escuela, pronunció un discurso inspirador que llenó a todos de esperanza y motivación.

 

Después de la ceremonia, nos reunimos con nuestros seres queridos para celebrar. Mi hermano Manuel, de 7 años, estaba allí, emocionado por verme graduarme. Nos abrazamos y él me felicitó con entusiasmo.

 

- ¡Felicidades, hermana mayor! ¡Estoy tan orgulloso de ti! - dijo Manuel, con una sonrisa radiante.

 

Le di un beso en la mejilla y le agradecí por su dulce apoyo.

 

- Gracias, Manuelito. Tú también eres parte de mi éxito - respondí, sintiéndome agradecida por tenerlo en mi vida.

 

Axel se unió a nosotros y nos abrazamos como una pequeña familia. Era un momento lleno de alegría y gratitud por todo lo que habíamos superado juntos.

 

En un momento de tranquilidad, Axel y yo nos alejamos del bullicio y nos sentamos en un banco del jardín de la escuela. Miramos hacia el horizonte, perdidos en nuestros pensamientos.

 

- Ha sido un camino lleno de desafíos, pero aquí estamos, celebrando tu graduación - dijo Axel, con una sonrisa amorosa.

 

Asentí, emocionada por todo lo que habíamos superado.

 

- Gracias por estar a mi lado en cada paso del camino, Axel. No puedo esperar para ver qué nos depara el futuro - dije, mirándolo con amor y gratitud.

 

Axel me tomó de la mano y me dio un beso suave en los labios.

 

- El futuro está lleno de posibilidades, Mía. Y estoy emocionado de explorarlas contigo - dijo, con determinación.

 

En ese momento, recordé a mis padres, quienes habían fallecido en un trágico accidente. Perder a mi familia fue devastador, pero, he encontrado consuelo y amor en la nueva familia que he formado con Axel, mi hermano Manuel y el bebé que estamos esperando.

 

- Aunque perdí a mi familia, estoy agradecida por haber encontrado una nueva familia contigo, Axel, y por el amor que compartimos. Estoy emocionada por el futuro que tenemos por delante, y sé que juntos podemos superar cualquier desafío - dije, con lágrimas de felicidad en mis ojos.

 

Axel me abrazó con fuerza, compartiendo mi emoción y prometiéndome que siempre estaría ahí para mí.

 

- Siempre estaremos juntos, Mía. Eres mi familia, y juntos podemos enfrentar cualquier cosa que la vida nos presente - dijo, con voz suave y llena de amor.

 

Nos quedamos allí, abrazados, disfrutando del momento y soñando con todas las aventuras que nos esperaban en el futuro. La graduación marcaba el final de una etapa, pero también el comienzo de una nueva y emocionante vida juntos.

 

Y así, con el sol brillando sobre nosotros y nuestros corazones llenos de esperanza, nos despedimos de nuestra querida escuela y nos adentramos en un nuevo comienzo, listos para enfrentar cualquier desafío que la vida nos presentara.

 

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Capítulo 39: Un Nuevo Capítulo - Amor, Compromiso y Celebración

 

Narra Mía

 

Después de la graduación, la vida parecía estar llena de posibilidades y alegría. Axel y yo nos habíamos convertido en una pareja fuerte y comprometida, y estábamos ansiosos por lo que el futuro nos deparaba. Pero no podíamos imaginar lo que vendría en el próximo capítulo de nuestras vidas.

 

Un día, mientras estábamos disfrutando de una romántica cena en nuestro restaurante favorito, Axel tomó mi mano y me miró a los ojos con una expresión seria pero llena de amor.

 

- Mía, estas últimas semanas han sido las más increíbles de mi vida. Tu amor y apoyo han sido mi mayor fortaleza. Y hoy, en este momento perfecto, quiero hacerte una pregunta muy importante - dijo Axel, con voz temblorosa.

 

Mi corazón comenzó a latir rápidamente, sintiendo la emoción y la anticipación en el aire.

 

- ¿Mía, te casarías conmigo? - preguntó Axel, sacando un hermoso anillo de compromiso.

 

Las lágrimas de felicidad llenaron mis ojos mientras asentía con entusiasmo.

 

- ¡Sí, Axel! ¡Sí, quiero pasar el resto de mi vida contigo! - respondí, con la voz llena de emoción.

 

Nos abrazamos con fuerza, sabiendo que estábamos comenzando un nuevo capítulo en nuestra historia de amor. El compromiso nos llenó de alegría y la certeza de que estábamos destinados a estar juntos.

 

Pocos días después, llegó el cumpleaños número 8 de Manuel, mi dulce hermano. Queríamos hacer de ese día una celebración inolvidable. Organizamos una fiesta sorpresa en el parque, invitando a nuestros amigos y familiares más cercanos.

 

Cuando llegó el momento de cantarle el feliz cumpleaños a Manuel, sus ojos se iluminaron de alegría al ver la hermosa tarta y los regalos que le esperaban. Todos cantamos con entusiasmo mientras él soplaba las velas, llenando el aire con risas y felicidad.

 

Después de la celebración, Axel y yo nos acercamos a Manuel y le entregamos un regalo especial. Era un álbum de fotos lleno de recuerdos de nuestra familia y momentos especiales que habíamos compartido juntos.

 

- Feliz cumpleaños, Manuelito. Queremos que siempre recuerdes cuánto te amamos y cuánto valoramos tener a un hermano tan maravilloso como tú - dije, abrazándolo con cariño.

 

Manuel sonrió ampliamente y nos abrazó con fuerza.

 

- Los amo mucho a los dos. ¡Gracias por hacer de mi cumpleaños el mejor día de todos! - exclamó, con los ojos llenos de gratitud.

 

Ese día, mientras miraba a Axel y a Manuel, me di cuenta de lo afortunada que era de tener a estas dos personas increíbles en mi vida. Juntos, formábamos una familia llena de amor, apoyo y felicidad.

 

A medida que avanzábamos en nuestro compromiso y en la planificación de nuestra boda, sabíamos que enfrentaríamos desafíos y obstáculos en el camino. Pero con el amor y la fortaleza que compartíamos, estábamos seguros de que superaríamos cualquier adversidad juntos.

  • Autor: Reb Liz (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de enero de 2024 a las 10:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Queridos lectores Es un honor compartir con ustedes esta historia que ha nacido desde lo más profundo de mi corazón. Cada palabra, cada personaje y cada emoción plasmada en estas páginas ha sido creada con amor y dedicación. Espero que al sumergirse en estas letras encuentren momentos de alegría, inspiración y conexión. Mi mayor deseo es que esta historia toque sus corazones y les brinde un escape a un mundo lleno de emociones y posibilidades. Agradezco de todo corazón su apoyo y compañía en este viaje literario. Sin ustedes, mis queridos lectores, estas palabras no tendrían sentido. Espero que disfruten de esta aventura tanto como yo disfruté escribiéndola. Con gratitud.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 7
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