Para Marcela
Llegaste cuando la mantícora voraz
tragaba ya mi corazón.
Hiciste que por mi ventana lóbrega
de nuevo reluciera el sol.
Cambiaste con tu voz de ninfa mágica
la escala, el tempo y la canción.
Y juntos empezamos a bailar un vals
de amor…
Me viste. No supiste en qué momento o cuál,
qué gesto atrajo tu atención.
Me fui metiendo en tu existencia como imán
sin darme cuenta ni intención.
De pronto, nos miramos esa vez, y ya
sabíamos qué nos pasó.
Estábamos enamorados, juntos, vos
y yo.
Y desde entonces fue creciendo como el mar,
como un tsunami arrollador,
como esas cosas que se dicen al pasar
y luego se vuelven canción.
Como la dicha, el fuego, la felicidad,
el sueño de crecer de a dos.
Hoy vamos al futuro de la mano. Sos
mi amor.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de enero de 2024 a las 01:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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