Delfines juegan en su hábitat,
la sombra alejada de la esclavitud.
Los ecos del dialogo atraviesan las algas,
silenciados por golpe de olas y rocas,
la soledad los deja agónicos en la orilla.
La muchedumbre urbana,
regresa como insectos
a su refugio, un espejismo frágil,
como un ataúd del silencio,
cada día se desvanecen un poco
en el tumulto bestial del transporte.
El canto sensual del tiempo
se sumerge en tu piel de sal,
como hojas hambrientas no escritas.
En momentos fugaces,
besas una vida,
hieres una vida,
es dolorosa la equivocación,
cuando pisas las mismas huellas.
- Autor: OscarCampos ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2024 a las 12:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: José Valverde Yuste, alicia perez hernandez
Comentarios2
Muy buen poema con bastante arte poético. Un abrazo con la pluma del alma
SIMPLEMENTE MARAVILLOSOS VERSOS.
SALUDOS POETA
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