Hay avenidas que son en silencio.
Para luego, están las uñas y las manos,
labrando el efímero campo de la derrota
o el éxito. Las uñas, alcanzan un vergel
siniestro, cada época de ese jardín, tuvo su cementerio,
su propio mausoleo de raíces venenosas.
Hay un silencio mayor que el del universo;
que, como una concha de mar,
sobresalta al niño y lo habitúa al océano.
Esa obstinación de uñas, dedos y gotas líquidas que,
luego, penden de un anzuelo, iridiscente y maltrecho.
Hasta conformar la vida, con sus ramos obscenos -.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2024 a las 01:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Lualpri, Texi, Alexandra L, JoseAn100, alicia perez hernandez
Comentarios3
Gracias a todos y todas los que todavía se acuerdan de este humilde escritor y continúan puntuando. A todos muchas gracias!!
Se te quiere y se te extraña por aquí!!
Que estés bien, Ben
Gracias querida. También les extraño a casi tod@s ustedes!! Todos se merecen mi elogio y mi afecto. Un abrazo!!
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