Contigo en la distancia

Estoy aquí, justo en la medianía de la noche del 12 de octubre del 2023, aquí sintiendo el frío, sumergido en el silencio acompañado del mismo piano de siempre, ese de la canción “Kiss in October”, suspiro melancolía, si fumara mis palabras se elevarían hasta el techo como humo resplandeciente atravesando la luz de las lámparas nocturnas, las lámparas de neón, frías, oscuras, parpadeantes de algún anden de esos en los que se espera el tren.

Hablando de trenes, de rieles, de viajes, sé que quizás ahora estés más lejos que antes, y es que ahora ríes en el mar, te vives del sol, de la luz, de tu piel rojiza, de esa misma piel en la que desearía posar mis mejillas o mis besos, para conocerte, mapear tu figura y saberte, saber si estás feliz o triste, pensativa, menguante, no lo sé, no sé.

Quisiera saber más de ti, vivirte como se vive una noche despejada, sentirte como se siente la luz dorada de un sábado a la tarde, acariciarte como el viento que no hace ruido acaricia a las nubes que surcan las montañas más grandes, si Arelí, sí, creo que moriré de poesía, pero no será esta noche, será cuando la poesía quiera o cuando mis deseos simplemente se cumplan.