Si ves que mi mirada
se pierde en el vacío
con el ceño fruncido
y la boca entreabierta
y acaso se abrillantan
de lágrimas mis ojos
no te atrevas a sentir
ni una lástima por mi
porque voy a volver.
Yo siempre vuelvo.
Si te cuentan que ahora
desayuno con whisky
y me paso los días
empastado y borracho
fumado e inconsciente
en el fondo del pozo
no te atrevas a rodar
ni una lágrima por mi
porque voy a volver.
Yo siempre vuelvo.
Si desciendo al infierno
a charlar con el Diablo
y a probar los horrores
que me den un descanso
al espanto dantesco
de la vida asesina
no te atrevas a penar
ni un instante para mi
porque voy a volver.
Yo siempre vuelvo.
Yo siempre vuelvo como la primavera
Como el zorzal. Como la luna llena
Porque sé que en el juego de la vida
no se incluye la opción de abandonar
Porque aprendí que mientras siga vivo
debo cumplir la imposición sagrada
de arañar cada cacho de alegría
aunque queden las uñas en la cáscara
Porque la vida sigue y es ahora
Porque de cualquier modo estoy aquí
Porque he sufrido ya lo que sufrí
y cada día traerá una nueva aurora
De mi fracaso y de mi error me absuelvo
y me perdono todas mis derrotas.
No sientas compasión por mi alma rota
porque voy a volver. Yo siempre vuelvo.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de febrero de 2024 a las 00:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Asmodeus
Comentarios2
Después de todo no hay luz sin oscuridad.
Cautivante y admirable cada línea atrapa al lector y más que nada nos hace sentir esa intensidad y seguridad de que a pesar de todo debemos volver, después de vivir la amargura debemos de continuar y depende de uno si seguimos el camino con un poco de felicidad.
Gracias por compartir tu escrito estimado poeta,
Excelente noche
Al contrario, el agradecido por tus palabras de aliento soy yo.
Mis saludos
El dolor es esperanza
pero el error deja posible el éxito
Lástima el tiempo de aprendizaje
de un alma esquiva de los otros...
Si fuésemos Dios infalible...
¿ Qué nos quedaría?
(tu pozo, debe estar cerca del mío, te oigo escarbar...)
Un abrazo
Esteban
¡Qué aburrido sería ser infalible!
Si supiera que no corro el riesgo de equivocarme, rápidamente me quedaría en la inacción.
Abrazo grande, Esteban
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