En la costa dorada, donde el vivo sol se derrama,
donde las olas acarician la playa con su calma,
se alza majestuosa y con su esplendor divino…
Santa Mónica, un paraíso en el destino.
Entre palmeras que mecen suaves sus ramas
y el susurro del mar que le canta a las damas,
Santa Mónica brilla como joya en la costa,
un refugio sereno de intensidad luminosa.
En sus muelles, la vida palpita con fuerza,
y el bullicio y la risa se entrelazan en fiesta.
Entre el aroma a sal y el aire de libertad,
Santa Mónica acoge a todos con su bondad.
En el atardecer, el cielo se pinta de colores,
y la puesta de sol es perfecta para los amores.
Santa Mónica, testigo de historias y sueños,
en cada rincón guarda secretos risueños.
En sus playas de arena y sus calles llenas de vida,
Santa Mónica, un oasis de calma, tierra querida.
Entre el brillo de las luces y el murmullo del mar,
el alma serena puede libremente descansar.
Bajo el cielo despejado, el horizonte se extiende.
Su enorme rueda de la fortuna a todos sorprende.
En cada paso una historia, en cada rincón un suspiro,
la esencia de esta ciudad es un eterno respiro.
Desde sus muelles, al atardecer el faro lo guía,
esperanza, calor e iluminación inspiran poesía.
En sus hermosas costas la naturaleza se asoma,
recordando al viajero que la vida es para quien la toma.
En cada amanecer, un nuevo comienzo se escribe,
Santa Mónica con su magia, al universo lo exhibe.
Y es en la costa dorada, donde el sol besa la arena,
que escribo poemas bajo el sol y mi alma se serena.
- Autor: Brian Carmona ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2024 a las 01:36
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, SOY.-
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