El Profesor y La Alumna: Capítulos 17, 18 y 19

Reb Liz


AVISO DE AUSENCIA DE Reb Liz
Como una joven que anhela ser escritora, no me considero una poeta, simplemente soy una chica que plasma en papel sus pensamientos y vive cada palabra que escribe. Busco un lugar fértil donde sembrar semillas de amistad y cosechar la más pura felicidad. En cada línea, deseo transmitir emociones profundas y despertar los corazones de quienes me lean. Uniendo nuestras almas a través de la tinta, crearemos un vínculo eterno. Juntos, crearemos un mundo donde la amistad florezca y la felicidad sea nuestra cosecha. ¡Únete a mí en esta maravillosa aventura literaria!

Capítulo 17: Enfrentando los Obstáculos

 

Narra Ayelén

 

La mañana estaba tranquila mientras caminaba por los pasillos de la escuela junto a Tomás. Habíamos decidido mantener nuestra relación en secreto debido a la prohibición de involucrarse sentimentalmente con un profesor. Aunque sabíamos que nuestra situación era complicada, no podíamos ignorar los sentimientos que habíamos desarrollado el uno por el otro.

 

De repente, nos encontramos con Carla, una compañera de clase que siempre parecía disfrutar de sembrar el caos. Carla nos miró con una sonrisa maliciosa y se acercó a nosotros.

 

- Así que, Ayelén, ¿qué tienes que decirme sobre tu relación con el profesor Tomás?, - dijo Carla con un tono desafiante.

 

Mi corazón se aceleró y miré a Tomás, preocupada por las consecuencias que esto podría tener para ambos.

 

- Carla, esto no es asunto tuyo, - respondí con voz firme, tratando de ocultar mi nerviosismo.

 

Carla se rió con desdén.

 

- Oh, pero Ayelén, creo que esto sí es asunto mío. ¿Sabes qué? Si el profesor Tomás no me sube la nota en Matemáticas, me aseguraré de que todos se enteren de su relación prohibida.

 

Mis ojos se abrieron de par en par, sin poder creer lo que estaba escuchando. Sentí una mezcla de miedo y rabia mientras miraba a Tomás, buscando una respuesta.

 

Tomás se mantuvo tranquilo y se acercó a Carla con calma.

 

- Carla, entiendo que estés frustrada por tus notas, pero no es correcto amenazarnos de esta manera. No puedo subirte la nota solo porque me lo pidas.

 

Carla se burló y se acercó aún más, susurrando amenazadoramente:

 

- Entonces, profesor, prepárese para enfrentar las consecuencias.

 

En ese momento, sentí cómo el mundo se derrumbaba a mi alrededor. Temía que nuestra relación fuera descubierta y que Tomás pudiera perder su trabajo. Miré a Tomás, buscando desesperadamente una solución.

 

Tomás me tomó de la mano y me miró con determinación.

 

- Ayelén, no permitiremos que Carla controle nuestras vidas de esta manera. Afrontaremos las consecuencias juntos y lucharemos por nuestra relación.

 

Sus palabras me dieron fuerzas y me recordaron que no estábamos solos en esta situación. Juntos, nos enfrentaríamos a los obstáculos que se interpusieran en nuestro camino. Nos dirigimos hacia la oficina del director, preparados para enfrentar las consecuencias de nuestras acciones.

 

Narra Tomás

 

Entramos en la oficina del director con determinación, listos para enfrentar lo que viniera. El director nos miró con sorpresa y curiosidad, sin saber qué esperar de nuestra visita.

 

- Ayelén, Tomás, ¿qué puedo hacer por ustedes?, - preguntó el director con una expresión seria.

 

Respiré profundamente y tomé la palabra.

 

- Director, queremos ser honestos con usted. Ayelén y yo hemos desarrollado una relación sentimental, a pesar de la prohibición de involucrarse con un profesor. Sin embargo, hemos sido amenazados por una compañera de clase y creemos que es importante que usted esté al tanto de la situación.

 

El director frunció el ceño y nos miró con seriedad.

 

- Entiendo la gravedad de esta situación. Necesito más detalles para tomar una decisión informada.

 

Le explicamos todo lo sucedido, incluyendo la amenaza de Carla y nuestras preocupaciones por las consecuencias que esto podría tener para ambos.

 

El director reflexionó durante un momento y luego nos miró con comprensión.

 

- Comprendo que estén enfrentando dificultades, pero también debo recordarles que las relaciones entre profesores y estudiantes están estrictamente prohibidas. Tomás, como profesor, tienes una responsabilidad ética y profesional.

 

Asentí, reconociendo la validez de sus palabras.

 

- Director, entendemos las implicaciones de nuestras acciones. Estamos dispuestos a asumir las consecuencias, pero también queremos asegurarnos de que Carla no use esta situación en su beneficio personal.

 

El director asintió y nos aseguró que investigaría la situación y tomaría las medidas necesarias para garantizar la justicia. Nos advirtió que podríamos enfrentar consecuencias disciplinarias, pero prometió que haría todo lo posible para protegernos de cualquier daño innecesario.

 

Salimos de la oficina del director con una mezcla de alivio y ansiedad. Sabíamos que enfrentaríamos desafíos y consecuencias, pero también sabíamos que estábamos dispuestos a luchar por nuestra relación y por la verdad.

 

Continuaríamos enfrentando los obstáculos juntos, confiando en nuestro amor y en la fuerza de nuestra conexión. Sabíamos que el camino sería difícil, pero estábamos decididos a superar cualquier adversidad que se interpusiera en nuestro camino hacia la felicidad.

 

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Capítulo 18: Aceptando la Realidad

 

Narra Ayelén

 

Después de enfrentar al director y lidiar con las consecuencias de nuestra relación prohibida, sentí que era hora de enfrentar a mi padre y contarle la verdad. Sabía que no sería fácil, pero no podía seguir ocultando nuestros sentimientos el uno por el otro.

 

Una tarde, me senté con mi padre en el sofá de casa, con el corazón latiendo rápidamente. Tomás estaba a mi lado, sosteniendo mi mano con firmeza y apoyándome en este momento crucial.

 

- Papá, hay algo importante que necesito decirte, - comencé, mirando a mi padre a los ojos.

 

- Tomás y yo tenemos una relación sentimental. Nos amamos y queríamos ser honestos contigo.

 

Mi padre me miró con sorpresa y su rostro se llenó de ira.

 

- ¡¿Qué estás diciendo, Ayelén?! ¡Tomás es tu profesor y tú eres solo una adolescente! Esto es inaceptable.

 

Tomás intervino con calma pero firmemente.

 

- Señor, entiendo su preocupación y su enojo. Pero quiero que sepa que mis sentimientos por Ayelén son sinceros y que la respeto profundamente. Estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para demostrarle que nuestro amor es real.

 

Mi padre se levantó de su asiento, visiblemente enfadado.

 

- ¡No puedo creer que estés defendiendo esta relación! ¡Es una locura! Ayelén es mi hija y merece algo mejor que esto.

 

Tomás y yo nos levantamos también, decididos a no rendirnos. Tomé la mano de mi padre y le miré directamente a los ojos.

 

- Papá, entiendo que estés preocupado y enojado. Pero quiero que sepas que Tomás me hace feliz y que nuestros sentimientos son reales. Te pido que nos des una oportunidad para demostrarte que podemos hacer esto funcionar.

 

Mi padre pareció considerar nuestras palabras por un momento, luchando con sus emociones. Finalmente, suspiró y se sentó nuevamente en el sofá.

 

- Ayelén, Tomás, esto no es lo que tenía planeado para ti. Pero veo que están decididos y que sus sentimientos son genuinos.

 

Tomás asintió con gratitud.

 

- Señor, le prometo que haré todo lo posible para proteger y cuidar a Ayelén. Entiendo que esta situación es complicada, pero estoy dispuesto a esperar y mantener nuestra relación en secreto hasta que Ayelén cumpla la mayoría de edad y termine la escuela.

 

Mi padre reflexionó por un momento y luego asintió lentamente.

 

- Está bien, aceptaré su relación bajo estas condiciones. Pero quiero que entiendan que esto no será fácil. Manténganme informado y asegúrense de que este secreto no afecte su educación ni su bienestar.

 

Tomás y yo nos abrazamos con alivio y gratitud. Aunque no era la respuesta perfecta, sabíamos que habíamos dado un paso importante en la aceptación de nuestra relación. Prometimos a mi padre que seríamos responsables y que trabajaríamos juntos para superar los desafíos que se presentaran.

 

Ese día, aprendimos que el amor no siempre sigue los planes establecidos y que las relaciones pueden ser complicadas. Pero también aprendimos que con paciencia, comprensión y respeto, podemos enfrentar cualquier obstáculo y encontrar la felicidad en nuestras propias decisiones.

 

Narra Tomás

 

Después de enfrentar al padre de Ayelén y compartir nuestros sentimientos el uno por el otro, sentí un gran alivio y gratitud. Sabía que no sería fácil, pero estábamos dispuestos a luchar por nuestra relación y demostrar que nuestro amor era real y significativo.

 

Aceptar mantener nuestra relación en secreto hasta que Ayelén cumpliera la mayoría de edad y terminara la escuela no era la solución ideal, pero entendí las preocupaciones del padre de Ayelén y estaba dispuesto a respetar sus deseos.

 

Nos comprometimos a mantener una comunicación abierta y honesta con el padre de Ayelén, asegurándonos de que estuviera al tanto de nuestro progreso y de que su hija recibiera la educación y el cuidado que se merecía.

 

A medida que pasaban los días, nuestra relación se fortalecía y aprendíamos a enfrentar los desafíos juntos. Aunque a veces era difícil mantener nuestro amor en secreto, sabíamos que estábamos construyendo un futuro juntos, basado en el respeto y la comprensión mutua.

 

A medida que Ayelén se acercaba a la mayoría de edad y se preparaba para terminar la escuela, sabíamos que el momento de revelar nuestra relación al mundo se acercaba. Pero por ahora, nos aferrábamos a nuestro amor en la intimidad, disfrutando de cada momento juntos y construyendo recuerdos que nos acompañarían en el futuro.

 

Continuaríamos luchando por nuestra relación, enfrentando los obstáculos que se interpusieran en nuestro camino con valentía y determinación. Sabíamos que el amor verdadero no siempre es fácil, pero estábamos dispuestos a enfrentar cualquier desafío con la certeza de que nuestro amor era real y valioso.

 

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Capítulo 19: Un Secreto Compartido

 

Narra Ayelén

 

Recibimos una inesperada llamada del director, solicitando nuestra presencia en su oficina. Caminamos juntos, nerviosos por lo que nos esperaba. Al llegar, nos sentamos frente a él, esperando ansiosamente sus palabras.

 

El director nos miró con seriedad y habló con una voz tranquila pero firme.

 

- Después de pensar mucho en su situación, he llegado a la conclusión de que su amor es genuino y que no interferirá con su desempeño académico. Por lo tanto, he decidido no tomar medidas disciplinarias en este momento.

 

Nuestros corazones se aligeraron al escuchar sus palabras. Habíamos temido lo peor, pero ahora sentíamos un poco de esperanza. Sin embargo, el director continuó con una advertencia.

 

- Sin embargo, les pido que mantengan su relación en secreto hasta que Ayelén cumpla los 18 años y termine la escuela. Esto es para evitar cualquier posible conflicto de intereses y para proteger su bienestar.

 

Asentimos en señal de acuerdo, agradecidos de que el director estuviera dispuesto a comprender nuestra situación. Sabíamos que no sería fácil, pero estábamos dispuestos a hacer lo que fuera necesario para mantener nuestra relación en secreto y proteger nuestro futuro juntos.

 

Después de salir de la oficina del director, sentí la necesidad de compartir mi secreto con mis amigos más cercanos, Sofía y Lucas. Sabía que podía confiar en ellos y que me brindarían su apoyo incondicional.

 

Quedé con Sofía y Lucas en nuestro lugar habitual, un acogedor café en el centro de la ciudad. Mientras nos sentábamos y pedíamos nuestras bebidas, sentí un nudo en el estómago. Sabía que revelar mi relación con Tomás sería un gran paso y que podría cambiar nuestra dinámica de amistad.

 

Respiré hondo y les miré a los ojos.

 

- Chicos, hay algo importante que necesito contarles, -  comencé, sintiendo la tensión en el aire.

 

- He estado manteniendo una relación con Tomás, mi profesor de Matemáticas.

 

Sofía y Lucas me miraron con sorpresa, sin saber cómo reaccionar. Luego, Sofía tomó mi mano y me sonrió con cariño.

 

- Ayelén, siempre estaremos aquí para apoyarte. Si estás feliz con Tomás, entonces estamos felices por ti.

 

Lucas asintió, agregando:

 

- Es cierto, Ayelén. No podemos negar que esta situación es complicada, pero confiamos en que tomas las decisiones correctas para ti. Estamos aquí para escucharte y apoyarte en todo momento.

 

Las palabras de mis amigos me llenaron de alivio y gratitud. Sabía que podría contar con ellos en este viaje emocional y que su amistad no se vería afectada por mi relación con Tomás.

 

Les conté todo lo sucedido con Carla, el director y mi padre, compartiendo mis miedos y preocupaciones. Sofía y Lucas me escucharon atentamente, ofreciendo palabras de aliento y consejos sabios.

 

Después de nuestra reunión, me sentí más segura y fortalecida. Sabía que tenía un grupo de amigos increíbles que me apoyaban en cada paso del camino. Aunque nuestra relación con Tomás debía mantenerse en secreto, sabía que podía encontrar consuelo y comprensión en Sofía y Lucas.

 

Continuaríamos enfrentando los desafíos juntos, manteniendo nuestro amor en secreto hasta que llegara el momento adecuado para revelarlo al mundo. Sabía que había tomado la decisión correcta al confiar en mis amigos y en nuestro amor, y eso me dio la fuerza para seguir adelante.

 

Narra Tomás

 

Mientras nos sentábamos en la oficina del director y escuchábamos sus palabras, mi mente se llenó de pensamientos y emociones contradictorias. Por un lado, sentí un alivio al saber que el director no tomaría medidas disciplinarias en este momento. Era un paso positivo en la aceptación de nuestra relación.

 

Sin embargo, también sentí una mezcla de preocupación y tristeza al escuchar que debíamos mantener nuestra relación en secreto hasta que Ayelén cumpliera los 18 años y terminara la escuela. Sabía que esto era necesario para protegerla y evitar conflictos de intereses, pero también sabía que sería un desafío mantener nuestra conexión en la oscuridad.

 

Mi mente se llenó de preguntas y dudas. ¿Podríamos realmente mantener nuestro amor en secreto durante tanto tiempo? ¿Qué pasaría si alguien descubriera la verdad y las consecuencias fueran aún peores? Sentí el peso de la responsabilidad sobre mis hombros, sabiendo que tenía que proteger a Ayelén y asegurarme de que nada le sucediera.

 

Pero a pesar de todas estas preocupaciones, también sentí una profunda gratitud y amor por Ayelén. Sabía que nuestra relación era especial y que valía la pena luchar por ella. Me sentí afortunado de tenerla a mi lado y de que ella confiara en mí lo suficiente como para enfrentar todos estos obstáculos juntos.

 

Mis pensamientos se centraron en cómo podría hacer que esta situación funcionara de la mejor manera posible. Me prometí a mí mismo que sería un apoyo constante para Ayelén, asegurándome de que se sintiera amada y protegida en todo momento. Haría todo lo posible para mantener nuestra relación en secreto y esperar pacientemente el momento adecuado para revelarla al mundo.

 

A medida que salíamos de la oficina del director y Ayelén compartía su secreto con nuestros amigos, sentí un sentido de unidad y determinación. Sabía que no estaríamos solos en este viaje y que tendríamos el apoyo de aquellos que nos rodeaban.

 

Mis pensamientos se llenaron de esperanza y confianza en nuestro amor. Sabía que enfrentaríamos desafíos, pero también sabía que juntos podríamos superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino. Estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para proteger a Ayelén y asegurarme de que nuestro amor prevaleciera, sin importar las circunstancias.

 

En ese momento, me di cuenta de que nuestro amor era más fuerte que cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino. Estaba decidido a enfrentar cualquier desafío con valentía y determinación, sabiendo que al final del día, nuestro amor era lo más importante y lo que nos mantendría unidos.

  • Autor: Reb Liz (Offline Offline)
  • Publicado: 10 de febrero de 2024 a las 10:08
  • Comentario del autor sobre el poema: Queridos lectores Es un honor compartir con ustedes esta historia que ha nacido desde lo más profundo de mi corazón. Cada palabra, cada personaje y cada emoción plasmada en estas páginas ha sido creada con amor y dedicación. Espero que al sumergirse en estas letras encuentren momentos de alegría, inspiración y conexión. Mi mayor deseo es que esta historia toque sus corazones y les brinde un escape a un mundo lleno de emociones y posibilidades. Agradezco de todo corazón su apoyo y compañía en este viaje literario. Sin ustedes, mis queridos lectores, estas palabras no tendrían sentido. Espero que disfruten de esta aventura tanto como yo disfruté escribiéndola. Con gratitud.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 2
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