"No hay distancia ni edad para el amorClaro que no, claro que no"
Miraba el azul del cielo
bello, a la hora del ocaso
y vi su silueta dibujarse
entre los rayos del sol,
que se perdían,
allá en el horizonte,
Vi su carita arrebolada
mirar mis ojos,
que curiosos la observaban
Al verla así,
sentí el estremecimiento propio
de aquel, que es sorprendido en el pecado,
al acercarse, sentí mis venas dilatarse.
Aceleró sus latidos,
mi pobre corazón, enternecido
y pensé, no lo puedo negar, la quiero
¡la quiero! ¡la amo!, como cuando
me enamoré por vez primera,
sin pensar las consecuencias,
ni que es un disparate,
porque no soy libre de amar
soy un hombre casado y feliz.
El aguijón del amor, se clavó en mi pecho
y sólo puedo pensar en ella.
sin importar si me ama o no.
Sé que tendré que quererla en silencio,
verla y adorarla, como a una santa en el altar.
de noche, acariciarla y besarla sólo en sueños.
de día buscar consuelo, en recordarla.
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Autor:
abuelitocrispin (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 10 de febrero de 2024 a las 10:19
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema más producto de mi locura
- Categoría: Amor
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Violeta, Elena. DC
Offline)
Comentarios2
Que locura mas adorable Carlitos, que poema mas sentidamente bonito. saludos.
Gracias mi querida Violeta, sos muy amable y consientes demasiado a este anciano.
Que nunca te falte esa locura que tienen los buenos poetas...
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