No incurras en la arrogancia de huir
de las señales que de mí se muestran,
no seas la propiciadora del acontecer
que toscamente con congojas en cicaterías te mantienen
hacia una revolución de memorias con renuencia,
pues distanciarte de los trances que estrafalariamente me son propios
y pretender tachar la lucidez de nuestras aventuras
bajo la guía de la imprudencia de tus hechos,
sólo provocarán aún más, que alejándose
toda ocurrencia mía, en el agobio,
extrañes con recuerdos bajo tus pupilas
a los remansos de mi visión que te desvisten,
mismos que con afán, aguerridamente prosiguen
en invitarte a navegar en las aguas de la serenidad
dentro de la excentricidad de mi corazón en un acto que no muere…
no infrinjas contra la ruta de la plétora en su excelsitud
hacia el destino, -es una falta que no se necesita-,
que a lo lejos sufrirá también mi alma solitariamente.
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2024 a las 18:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel
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