*Soledad*
Poema de *Joreman*
Hay días en que el sol sale brillante ardiente y caluroso
Hay noches de luna llena, de rayos poéticos esplendorosos
También hay tardes de arcoiris, de colores espléndidos y maravillosos
Y en el ocaso, el atardecer se cubre de arreboles asombrosos
Hay días en que la vida se torna bella, de abrazos y saludos amorosos
También días en que el camino es florecido, con fragancias de aromas olorosos
Días para compartir un café con aquellos seres queridos y amistosos
También hay días tristes y lóbregos con sombra de quejidos espantosos
Donde la soledad arropa el aposento de laberintos dolorosos
Días de encierros entre cuatro paredes, de alaridos angustiosos
De melancolías, de pesadillas con sueños escalofriantes tenebrosos
Días de soledad, que se hacen interminables y se convierten en horrorosos
Días de clausura y aislamiento, que azota el viento con silencios sigilosos
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Hay días que parece esfumarse la vida entre los barrotes de las soledades
La vista se nubla, como neblina, cercenando las voluntades
Días en que no se volvieron a escuchar carcajadas, ni las risas de las felicidades
El sentimiento de la soledad, acrecienta del cuerpo los dolores, los quejidos y las enfermedades
No deja que brille el sol, cubriéndolo como sombra de las ansiedades
No ve las noches, porque la soledad es un velo, que no deja ver la luna, ni la belleza en las intimidades
Es un encierro lleno de pesadumbres, de asombros y perplejidades
La soledad, acorta del cuerpo las fuerzas y las vitalidades
El alma se llena de angustia, de dolor y de inseguridades
Días y noches llenos de melancolía, de abandono y de calamidades
Destierros que se llevaron con la soledad, el amor y la pasión entre sombras de las penosas oscuridades
Y el corazón a latir con el palpitar ansioso de las debilidades
Dejarse arropar de la soledad, acaba la vida, la razón, en el aposento frío y lóbrego de las clandestinidades
Se secó la fuente y el manantial se cubrió de arena, sin aves, ni pastos, ni humedales
Y el aposento lo arropó una brisa fría y siniestra, presagiando huracanes y tempestades
El cuerpo ya hace frío e inerte en medio de la soledad, del dolor y las tristes realidades
Y el alma voló triste y acongojada al más allá del infinito y sus eternidades
*Joreman*
*Jorge Enrique Mantilla*
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