Desviaste la mirada hacia mis heridas, tocaste con delicadeza sus relieves, la epidermis de tus manos se juntaron con las mías, toda tu belleza pretendiendo ser la mía.
Susurraste tus palabras sobre mis cicatrices, arqueaste mis omoplatos mientras respirabas por detrás de mis orejas, hablabas de lo mucho que me querías y me regalaste de tu pintura dando pinceladas en mis dedos, en los pómulos, en el contorno de mi figura.
Reconstruiste mi gesto de calma como si alguna vez me hubieras conocido, como si me hubieras visto dormir durante un día entero, en aquellos días en los que respirar significaba dar un gran esfuerzo. Entonces diste los últimos retoques, seguías hablando, te preguntabas el por qué ya eras incapaz de sentir algo de pena por un cuerpo deshabitado, dijiste que solo era tu trabajo y, sobre todo, que ya estaba listo para asistir a mi propio entierro.
- Autor: Roel Ybañez ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2024 a las 17:12
- Categoría: Triste
- Lecturas: 6
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