Los deseos que en tu alma se fecundan,
se proyectan hacia atmósferas en sus gracias,
forjando la gracilidad de mundos donde proliferan
las caricias del céfiro y el efluvio de las rosas,
trocando en el portavoz de mis cantares
al ruiseñor que irrumpe en tu ventana,
y mi manos en torrentes enfáticamente
desde mi cielo como lluvia en el campo
bañan tu cuerpo, nutriendo a los cerezos
que proliferan en las llanuras de tu ser,
para tener siempre a tus pensamientos en cautiverio,
viviendo, así, mi alma junto a tu alma de mujer.
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2024 a las 21:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, José Valverde Yuste
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